Casi después de 12 horas se aprobó la ley para la realización del referéndum en el que Catalunya preguntará a sus ciudadanos si quieren, o no, independizarse de España. Desde las 10 de la mañana de este miércoles 6 de setiembre y hasta las 22:30 horas, en un pleno del Parlament, los 135 diputados catalanes se han enzarzado en más de una discusión entre independentistas y unionistas y, por mayoría, han ganado los primeros. Una hora después el president de la Generalitat, Carles Puigdemont, el vicepresidente, Oriol Junqueras y todos los consellers del gobierno catalán firmaron de forma colegiada el decreto de convocatoria para el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre. Un minuto después, El Diario Oficial de la Generalitat (Dogc) publicaba la Ley 19/2017, de 6 de septiembre, del referéndum de autodeterminación.
«Convocamos a los ciudadanos de nuestro país a decidir de qué manera orientar el futuro de Catalunya, si por el actual camino de la autonomía o si por un nuevo camino como Estado independiente en forma de república. La decisión de los ciudadanos será vinculante y defenderemos hasta el final el derecho de todos los catalanes y catalanas a votar, a ser ellos los que determinen su futuro. En defensa de este derecho ponemos todo lo que tenemos , todo el esfuerzo y toda la voluntad y compromiso que es lo que tienen que hacer los gobernantes cuando en la historia de sus países llegan momentos determinantes como estos, hacemos esto por el futuro de las nuevas generaciones y lo haremos como siempre de manera pacífica, cívica y transversal». (Carles Puigdemot, president de la Generalitat de Catalunya)
Y cómo lo hicieron
Con 72 votos a favor de los parlamentarios de Junts pel Sí y de la CUP (agrupaciones políticas que gobiernan Catalunya y que ganaron las últimas elecciones autonómicas prometiendo llevar a esta comunidad a la independencia), la abstención de Catalunya Sí que És Pot (grupo integrado por diputados de Podemos, Esquerra Unida y varios independientes) quienes al final del día rompieron su voluntad de voto único en contra del referéndum, pues Podemos terminó apoyando la realización de la consulta. Según el secretario general de Podemos en Catalunya, Alvaro Dante Fachín, «quien ha de tener en sus manos el futuro de Catalunya es la gente y no los parlamentarios, por tanto nos vemos el 1 de octubre».
La votación se aprobó por unanimidad, sin ningún voto en contra porque antes de realizarse, los diputados de los 3 grupos políticos contrarios a la realización de la consulta: Partido Popular (PP), Partido Socialista Catalán (PSC) y Ciutadans (Cs), se retiraron del hemiciclo, según ellos para no validar con su presencia una votación a la que llamaron «ilegal, antidemocrática, abusiva y amenazadora del régimen democrático en el que vivimos». La votación le podría significar al presidente de la Generalitat, la presentación de una moción de censura por parte de la líder de la oposición catalana Inés Arrimadas, presidenta del grupo parlamentario de Cs en Catalunya, sin embargo, la parlamentaria primero tendrá que seducir voluntades para poder llevar a cabo esta acción, pues con los diputados de su grupo no tiene votos suficientes.
«Mi obligación es intentar evitar la situación de choque de trenes que es el objetivo del gobierno de la Generalitat y la deriva de la apuesta por tomar las calles que es una de las propuestas de algunos consellers del gobierno. Mi obligación como líder de la oposición es intentar agotar todas las vías políticas y democráticas para evitar este atropello a los derechos de los catalanes, esta confrontación social que se puede generar». (Inés Arrimadas, presidenta del grupo parlamentario de Cs en Catalunya)
Reacción del gobierno español
Durante el día las amenazas de denuncias no se han hecho esperar por parte del gobierno español. La vicepresidenta del gobierno Soraya Sáenz de Santamaría declaró que la jornada había sido intensa, «pero sobre todo hemos visto cómo los parlamentarios independentistas están dispuestos a atropellar a todos los catalanes con la imposición de sus ideas, lo que hemos vivido hoy en catalunya es una patada a la democracia» […] «el gobierno ha solicitado al Tribunal Constitucional que declare nulos y sin efectos los acuerdos adoptados, y que proceda a deducir el oportuno testimonio de particulares para exigir responsabilidades penales que pudieran corresponder a la presidenta del Parlament de Catalunya y a los miembros de la mesa que han votado a favor de los acuerdos impugnados».
Los socialistas tampoco se han quedado cortos, este martes su secretario general, Pedro Sánchez, manifestó su repulsa a la consulta de autodeterminación y dijo que hablaría con el presidente español Mariano Rajoy a quien apoyaba en la toma de «medidas proporcionales» para evitar la cita. Entre las medidas que el gobierno español podría ejercer está la suspensión de la autonomía del gobierno de la Generalitat, el cogobierno de la comunidad o el despliegue de tropas militares en Catalunya. En mayo de este año, la ministra española de Defensa, María Dolores de Cospedal, amenazó con utilizar «todos los medios al alcance del gobierno para impedir el referéndum pues permitirlo sería permitir un intento de golpe de Estado». Por su parte los integrantes de los socialistas catalanes han dicho que «se han traspasado todas las líneas rojas sin respeto a la ley ni a la constitución ni a la discrepancia de otras formaciones políticas, por eso apoyaremos al gobierno en las acciones que ha tomado».
Ley del referéndum de autodeterminación de Catalunya
La ley del referéndum fue presentada en el Auditorio del Parlament de Catalunya a principios de julio de este año, a través de ella se establece un régimen jurídico excepcional para regular y garantizar la consulta del 1 de octubre. En el preámbulo se defiende el derecho a la autodeterminación de Catalunya, basándose en los derechos civiles y políticos básicos aprobados en las Naciones Unidas, los cuales también han sido firmados y asumidos por el Estado español.
Esta ley entró en los registros del parlamento a finales de julio y se blinda jerárquicamente, por tanto prevalece sobre todas las otras normas que puedan entrar en conflicto, además establece que «si gana el Sí, el Parlament proclamará la independencia dos días después de que se sepan los resultados, en caso de que gane el No, el president de la Generalitat convocará inmediatamente elecciones autonómicas».
El articulado también detalla que podrán votar todos los mayores de 18 años y los residentes en el extranjero que estén inscritos en el registro de catalanes al exterior, así mismo, la ley prevé una sindicatura electoral que vendría a ser la Junta Electoral, que formada por juristas de prestigio se encargará de velar por el cumplimiento de la normativa que regula las elecciones y dirimirá los contenciosos que se puedan dirimir entre partidos y/o electores.
O qué será, qué será
Catalunya ha tirado la moneda al aire, aún no cae, sólo ha iniciado el ascenso. Lo que venga en los próximos días será determinante para ver si se llega a la primera meta, la del 1 de octubre, la de poner las urnas en los colegios electorales. Desde el gobierno se ha llamado a votar a todos, a los que estén por el Sí y a los que estén por el No, porque lo que se pretende es saber la voluntad de los catalanes y de asumir la respuesta que venga, lo cual no quiere decir que si gana el No las ansias independentistas cesarán, NO, sólo se volvería a comenzar.
Si por el contrario, gana el Sí se abriría todo un abanico de posibilidades de un pequeño país que no sería el primero en independizarse en Europa, ni de ser tan pequeño y exitoso, ahí tenemos a Dinamarca con igual territorio que Catalunya y a Suiza con sólo medio millón más de habitantes que estas tierras mediterráneas. Mientras tanto la Guardia Civil española monta guardia delante de una imprenta en la que sospechan se están realizando las boletas de votación y siguen con las pesquisas para descubrir dónde «guarda» el gobierno catalán las 6 mil urnas que promete colocar el 1 de octubre.