Violar sexualmente a un menor es muy fácil para algunos padres. Alberto Arirama Guabloche es uno de ellos, según ha referido su hija de 12 años, él la violó en reiteradas oportunidades y por ello podría ser condenado a cadena perpetua (Ilustración El Diario de Hoy)
La tercera Fiscalía Provincial Penal de Maynas ha pedido prisión preventiva de 9 meses para Alberto Arirama Guabloche, de 36 años de edad, se le acusa de violar en reiteradas oportunidades a su hija de 11 años de edad a quien además dejó embarazada. Arirama Guabloche se encuentra «no habido» desde octubre de 2018, fecha en la que la Fiscalía de Maynas ordenó su búsqueda y captura.
Este es el rostro de Alberto Arirama Guabloche, si lo ven no duden en denunciarlo a la policía.
Los hechos
En septiembre de 2018 teleoLeo.com publicó una denuncia sobre la violación de una menor de 11 años de edad identificada como X.A.S. Ella dejó de menstruar y su madre la llevó a la posta médica del lugar donde vivían, Tamshiyacu, pequeña localidad del distrito de Fernando Lores en la provincia de Maynas, para que la revisarán, allí descubrieron que la niña estaba embarazada. Cuando la madre le preguntó qué había pasado, X.A.S le dijo que su padre la tocaba y le hacía cosas que ella no quería.
La madre denunció ante la policía lo que había ocurrido y según refirió el tío de la menor, a teleoLeo.com en esa oportunidad, los efectivos llevaron a comisaría a Arirama Guabloche, cuando le pidieron su versión, él contestó: «Lo que pasó, ya pasó» y, aunque con esta frase acepta su responsabilidad, la policía lo dejó ir. Según dijo el tío, los efectivos se comunicaron con la Fiscalía y recibieron la orden de retener a Arirama Guabloche mientras investigaban, pero 4 horas después lo dejaron ir.
El 4 de octubre la Fiscalía emitió una orden de búsqueda y captura, pero Arirama Guabloche ya no estaba en Tamshiyacu. Es que claro, si lo llaman a declarar, él acepta su culpa y lo dejan ir, es como haberle dado un pasaporte a la libertad que él ni tonto ni perezoso utilizó.
Resultado de las investigaciones
Luego de las investigaciones la Fiscalía ha concluido que los hechos que se le imputan a Arirama Guabloche tienen credibilidad y que el proceso judicial debe de continuar con él tras las rejas. Las respuestas dadas por X.A.S en la cámara Gessel —ambiente dividido en dos espacios separado por cristales que se utiliza para evitar la revictimización de un menor al momento de declarar— no han dejado lugar a dudas.
Y el testimonio de X.A.S quedó perfectamente corroborado con el examen del médico legista según el cual fue se encontraron lesiones que certifican que fue pentrada vaginal y analmente.
Fundamentos para la prisión preventiva
Luego de haber denunciado la violación de X.A.S, ella, su madre y su hermanito tuvieron que mudarse a Iquitos, “la gente en el mercado rumorea que su marido ha dicho que no parará hasta matarla, la familia de él también está muy enfadada” —decía a teleoLeo.com el tío de la menor. Y esta es una de las razones por las que la Fiscalía pide que el ‘presunto’ violador siga el juicio en prisión preventiva: para no obstaculizar a la justicia.
Por otro lado, la Fiscalía también toma en cuenta que nada ata a Arirama Guabloche a Tamshiyacu, ni trabajo, ni negocio, ni familia, es más, el estar «no habido» es una muestra de que el mejor escenario para afrontar el proceso es con él privado de su libertad. Lo que hace falta es encontrarlo.
Cadena Perpetua
De ser hallado culpable y todo indica que así será. Según las pruebas y motivos que ha presentado la Fiscalía para el pedido de prisión preventiva la violación cometida en contra de X.A.S está más que probada. Por el delito en contra de la libertad sexual en la submodalidad de violación se una menor de edad, Arirama Guabloche se enfrentaría a la cadena perpetua. Según la abogada de la menor, la doctora Carmen López, como mínimo le caerían 35 años.
X.A.S ha podido volver a Tamshiyacu con su familia y sólo espera justicia, lo más probable es que ante todas las pruebas presentadas por la Fiscalía, el juez ordene la prisión preventiva de Arirama Guabloche, falta encontrarlo y esperar que la justicia cumpla con uno de sus deberes, la protección de los más débiles y, en este caso, velar porque los hombres entiendan que una violación sexual no sale gratis, ni tampoco es barata.