Maykoll Vicuña Gutiérrez, no cumple con medidas de protección otorgadas a su expareja y la policía sólo lo multa

Katerine Meza Ledezma tiene 30 años y hace dos que sufre las consecuencias de una relación que sólo ha sido causa de dolor y amargura. Ella lo explica todo, aquí, en teleoLeo.com.

«Chola, serrana de mierda concha de tu madre, por qué tengo que aguantarte si yo soy italiano, tú me tienes que mantener […] tú aguantas porque te gusta el golpe, siempre vas a ser mi chola. Mi expareja me insultaba y me pegaba hasta que no pude más y lo denuncié. Ahí comenzó mi martirio de verdad».

Maykoll Edson Vicuña Gutiérrez, es el nombre del agresor y adquirió la nacionalidad italiana porque está casado con una ciudadana de ese país. Katerine la denunció en abril de 2018 y la onceava fiscalía de Familia de Lima le otorgó medidas de protección entre las cuales se le impide a él acercarse y establecer contacto con su víctima por cualquier medio, sin embargo, este martes 30 de abril estas medidas fueron violentadas, una vez más, y Katerine pasó mucho miedo.

Sin embargo, aunque Maycoll está casado con una italiana, Katerine era obligada por él a mandarle dinero, de eso dan cuenta varios recibos de Western Union. Aquí una muestra.

Consecuencias de la denuncia por maltrato

Desde que Maycoll se enteró que había sido denunciado por maltrato físico y psicológico no paró de amenazarla —dice Katerine; «y cuando salieron las medidas de protección se creó cuentas falsas y haciéndose pasar por mis amigos me escribía para sacarme información, también me escribía diciéndome cuánto quería para retirar la denuncia, yo sólo le decía que me deje en paz».

Entre las medida de protección otorgadas a Katerine, está la de recibir terapia psicológica, sin embargo nunca ha podido ir porque desde que presentó la denuncia ha vivido escondida. «Cuando lo denuncié me dijo que me daría dinero para que retire la denuncia y que si no lo aceptaba iría a buscarme a mi casa para pegarme, que enviaría gente para hacerlo y que me pasaría con su moto por encima». 

Martes 30 de abril de 2019

Este martes, Katerine, que desde que denunció a su agresor ha tenido que mudarse y vivir escondida, se lo encontró en la oficina de su abogada y aunque intentó esconderse no pudo evitar que él la volviera a insultar e intimidar. «Perra concha tu madre cuánto quieres por retirar la denuncia» —le dijo una vez más, en cuanto pudo, se refugió en una de las oficinas con las que su abogada comparte espacio y desde allí la llamó para decirle lo que estaba pasando.

La abogada de Katerine, dio aviso a la policía que luego de media hora se hizo presente. «Según vimos en las cámaras de seguridad, Maykoll había ido acompañado de otro chico y al ver que la policía llegaba este le aviso y escaparon corriendo y se fueron a la Fiscalía, allí lo detuvieron y lo llevaron a la comisaría de Cotabamba», en el cercado de Lima.

Cuando la abogada de Katerine estuvo delante del agresor le dijo que él no podía estar buscándola, ni hostigándola, ni llamándola por teléfono, «en ese momento él intentó sobornar a mi abogada, ‘cuánto quieres por retirar la denuncia y cerrar el caso, yo te pago lo que sea’ —le decía— menos mal que la abogada es amiga mía y siempre me ha ayudado, de no ser por ella yo ya estaría muerta» —dice temerosa Katerine.

Una vez en la comisaría Katerine dice que no fue atendida como esperaba, «había un policía muy mayor que me trató mal, Maykoll me insultaba delante de él y él no hacía nada, incluso le dije si de ser su hija permitiría este trato, pero no logre nada, los policías me decían, ‘pero si no te he hecho nada’, se reían, yo les decía que me había amenazado, pero se reían de mí», asegura Katerine.

Bendita conciliación

La abogada de Maykoll se acercó a la comisaría e  intentó conciliar, «pero yo no quise, entonces le dijo a la mi abogada, ‘conciliemos entre letradas’ y mi abogada también dijo ‘no, porque él es una persona violenta, ya se le ha dicho varias veces y él sabe que no puede acercarse ni comunicarse con mi clienta y lo sigue haciendo'».

«Yo me aferré a mis medidas de protección pero no obtuve nada, con mi abogada llamamos varias veces a la Fiscalía de turno y nadie nos contestó y a él lo dejaron en libertad sólo con una denuncia por faltas, cuando las medidas de protección dicen que sí viola la orden de alejamiento debe ser denunciado penalmente», dice Katerine sintiéndose absolutamente desprotegida.

Maltrato en el tiempo

«Maykoll y yo estuvimos juntos un año y medio, durante todo ese tiempo él me insultaba, me pegaba, abusaba de mi sexualmente y me quitaba mi dinero» —dijo Katerine a teleoLeo.com. «La primera vez que me pegó fue cuando regresó de viaje de Italia, yo había pedido un préstamo de 3000 soles y él quería que se lo diese todo para poder vivir porque estaba sin trabajo, como sólo le di una parte se enfureció ,me insultó y me pegó». 

La segunda vez que le pegó fue unos meses después, «yo había recibido la liquidación de mi trabajo, 600 soles y me pegó y me dijo si quería terminar con él debía de darle todo el dinero para que me deje en paz, así que le di todo porque no quería recibir más golpe», confiesa Katerine.

«La tercera vez, luego de golpearme me dijo que teníamos que solucionar nuestros problemas, ‘yo te quiero, yo no soy así’, pero si no le daba dinero me pegaba, si hacía algo mal me desvalorizaba, me insultaba, ‘no haces nada bien, haces comida de cholos, esto no se puede comer’, me decía y me pegaba más» —dice Katerine.

La cuarta vez que le pegó, ella creyó haber encontrado la causa. «Él estaba conmigo y con otra mujer a la vez y todo el dinero que yo le daba se lo gastaba con ella». Katerine se enteró de esta relación porque la otra mujer la llamó y le preguntó cuánto tiempo estaban juntos, «yo le contesté que se podía quedar con él; cuando Maykoll se enteró de la llamada me dijo que me iba a pagar todo el dinero que le había dado y que me quedará con él, pero él seguía igual con la otra chica».

Celar, insultar, pegar y violar no es amor

«Yo poco a poco fui reconociendo que vivía una relación tóxica, pero él me manipulaba, me decía que era una chola, que nadie se iba a fijar en mí y que él como era italiano podía estar con otras». Con el amor propio y la autoestima por el piso, Katerine fue aguantando el dolor y las marcas.

«Maycoll además de pegarme, abusaba sexualmente de mí, yo no quería tener sexo con él porque era muy brusco, pero él me obligaba, me hacía hacer cosas que yo no quería y me dejaba moretones, me hacía heridas en los senos, en los muslos, en la espalda y me decía que me hacía eso por amor. Un día me mordió la cara y en el trabajo me llamaron la atención por ir así». 

Y así, entre abusos, insultos, golpes y celos desmedidos, fue pasando el tiempo. «Cuando salía me encerraba en su cuarto —convivían en casa de los padres de él— no quería que yo fuera a estudiar o trabajar, pero si no trabajaba no comíamos. Él consume drogas y eso lo vuelve agresivo y hacía que me pegase; cuando iba a trabajar me decía ‘te vas a putear’ y me exigía que le diese mi dinero».

Dinero por libertad

La última vez que Katerine aceptó darle dinero a su expareja fue para que la dejase marchar, «ya no quería estar con él».  Cuando ella quiso terminar definitivamente con él, este le dijo que si se iba de la casa  ya no la volvería a dejar entrar, «yo no quiero una serrana de mierda en mi casa —me gritó, y yo le dije que no volvería más», pero tuvo que hacerlo.

Cuando terminaron, el padre de Katerine habló con Maykoll para que se hiciera cargo de la deuda de 3000 mil soles que ella había contraído por él y él le aceptó. «Yo fui a su casa con un amigo para que firme los papeles de la deuda, él salió por el balcón y nos tiraba piedras, mi amigo se fue corriendo, yo no pude; una de las piedras me cayó en la pierna, en ese momento en que dije basta y decidí denunciarlo».

Resultado del examen del médico legista que comprueba las heridas sufridas por Keterina a manos de Maykoll Edson Vicuña Gutiérrez

Katerine afirma que no lo denunció antes porque él la amenazaba con publicar fotos y vídeos íntimos, pero que a partir de la aparición del movimiento #NiUnaMenos se fue empoderando y eso le dió fuerzas para hacerlo.

Intento de robo

Katerine también acusa a Maykoll de haber intentado robarle dinero de su cuenta bancaria. «Él me robó la tarjeta de crédito y como sabía que yo recibiría 1500 soles de mi trabajo, pues quiso retirar esa cantidad, menos mal que una amiga me ayudó y en cuanto se enteró de que me había robado al tarjeta llamó al banco y la bloqueó».

Más denuncias

Katerine también asegura que la denuncia que ella le ha puesto no es la única que su expareja tiene en su haber. «Hay otras chicas a las que ha maltratado, pero no lo denuncian por miedo, porque, como a mí, las tiene amenazadas; sin embargo, su propio padre lo ha denunciado por maltrato, porque lo encerraba y le pegaba, yo le dije a su hermano, pero en cuanto Maykoll se enteró, me pegó».

Katerine dice que antes de poder sentar la denuncia en contra de su expareja, había ido hasta en dos oportunidades a la comisaría para denunciarlo por maltrato, pero no le hicieron caso. «Lamentablemente en el Perú la justicia es horrible, si no apareces muerta no te hacen caso y si te matan, con el paso del tiempo se olvidan de ti, yo no quiero que me mate, por eso denuncio, para ver si la justicia me escucha, estoy desesperada y cansada de esconderme».

Esperemos que el caso de Katerine Meza Ledezma sea tomado en cuenta por la justicia y se su agresor sea sancionado como corresponde, no puede ser que una mujer vejada y amenazada, que ha tenido que alterar su vida para poder conservarla, no sea protegida aunque tenga una sentencia que dice que debe serlo. Esperemos que ella no acabe formando parte de la lista de las más de 50 mujeres que ya han sido asesinadas en lo que va del año en Perú.