«Hoy en el trabajo y dado que la conversación así lo llevó, le indiqué a une compañere que la frase ‘como has cambiado pelona’ venía de una poesía de Nicomedes Santa Cruz que normalmente la enseñan en la etapa escolar. Al desconocer lo que le decía, me indicó que ‘eso lo enseñaran en colegios nacionales o de otro nivel socioeconómico’… ¿Será cierto? Me ha quedado la duda puesto que yo estudié en colegio nacional».
Ayer vi este post en un muro de Facebook y no pude más que asquearme y reír por la ignorancia de quien decía que el trabajo del gran Nicomedes Santa Cruz era sólo enseñado en «el colegio fiscal del barrio donde nací». Ella, la del comentario, ni «a cocachos aprendió» a respetar a los demás por su calidad de seres humanos y por lo que todos sabemos tanto de Nicomedes como de Victoria Santa Cruz, su hermana; personas harto cultivadas y valiosas para la cultura de nuestro país.
Nicomedes y Victoria
Y es que Nicomedes Santa Cruz, el autor, el gran decimista e intelectual negro peruano es un orgullo para mi raza y para el Perú. Él fue uno de los investigadores más acuciosos que recorrió el país recopilando cantos populares y difundiendo la cultura negra a través de programas de radio y televisión. Junto a Victoria Santa Cruz, otra gran exponente y estudiosa de la cultura negra peruana, se dedicaron a reavivar el folklore negro y en general el folklore peruano que difundieron por Latinoamérica, América y Europa.
Entre otras cosas, por Nicomedes y Victoria sabemos que la Marinera proviene de la zamacueca que según explicaba él deriva de vertientes españolas y africanas; y según ella, deriva del mestizaje o fusión de música y baile traídos por gitanos, esclavos negros de Angola y mulatos que entre los siglos XVI y XVII formaban gran parte de la población de la ciudad de Lima y, sobre todo, de la costa norte del Perú.
«Eso lo enseñaran en colegios nacionales o de otro nivel socioeconómico», la frase es del todo racista y clasista y es una demostración de supina ignorancia y falta de respeto por el que no es «gente como uno», frase denigrante donde las haya. Alguien debería de explicarle a esta señora que las razas no existen y que el racismo responde a una serie de complejos y al desconocimiento científico de la esencia del género humano.
«La palabra “raza” es de origen árabe y fue llevada a Europa, con la invasión árabe a España a partir del siglo XV. Este concepto sirvió al colonialismo portugués y español, para denigrar a “los otros”, africanos y amerindios, justificando ideológicamente su dominación y exterminio, por sus supuestas inferioridades biológicas y culturales. Esta época corresponde al “racismo colonial”».
José Marín González (doctor en Antropología por la Universidad de La Sorbonne y diplomado del Instituto de Altos Estudios de América Latina de París)
Raza humana
Lo que existe es la raza humana y dentro de ese saco estamos todos, lo estuvo también Victoria Santa Cruz y así lo proclamó en una entrevista en la que dijo, que después de estar enfadada durante años por haber descubierto que ser negra era motivo de discriminación, se reconocía como integrante digna y orgullosa de la raza humana y que ya no le importaba si eso le desagradaba a alguien.
Ignorancia absoluta
A la señora, la que origina esta nota, por su falta de conocimiento, también habría que decirle que hace mucho se sabe que todos somos genéticamente iguales y que nuestras diferencias de color de piel, textura de cabello y demás características físicas dependen de nuestra adaptación al medio. Así, los africanos son negros pues su piel contiene más melanina para afrontar las altas temperaturas y para evitar la insolación, igual ocurre con el cabello que es encrespado para proteger el cuero cabelludo.
Los negros, también por los efectos del sol y del calor del continente africano, tenemos la nariz más corta y las fosas nasales más amplias porque en climas donde el aire es cálido y húmedo el objetivo es transportarlo rápidamente a los pulmones; mientras que en Europa, con climas más fríos, las narices son más estrechas y largas para poder calentar y humedecer el aire antes de introducirlo en los pulmones.
Si diseccionamos la frase «eso lo enseñaran en los colegios nacionales» podemos decir que «eso» es lo negro y «lo enseñaran en colegios nacionales», que la cultura negra sólo se difunde entre los que no pueden permitirse un colegio privado y para que no quede duda, la ignorante cabeza de donde brotan estas ideas, remata: «o de otro nivel sociocultural» y con esto reafirma que para ella lo negro está intrínsecamente relacionado con la pobreza.
‘Color Puerta’
Pero esta señora poco ilustrada no es la única que luce su vergonzante racismo y ella es una ciudadana cualquiera, desconocida, sin influencia ninguna sobre la opinión pública, pero qué pasa cuando quien discrimina es un personaje, un político conocido y reconocido que sin ninguna vergüenza también hace gala de esta lacra grabada a fuego en la mayoría de la sociedad peruana. Y la cosa llega hasta la esquizofrenia cuando el que discrimina por raza, sufre discriminación por su orientación sexual.
No sé si es por falta de raciocinio, que no, o por falta de coherencia, que el diputado Carlos Bruce dice en un tweet: «Vizcarra entró en plancha porque había demasiados blancos y necesitábamos un provinciano», un poco más y dice, necesitábamos un ‘color puerta’, como dijo aquella estudiante universitaria a un compañero mestizo, y esto es a todas luces incoherente. Bruce desde que asumió el cargo visibilizó su homosexualidad y luchó por los derechos LGTBI y no puede ser que luche contra la discriminación que le afecta, pero discrimine a quien no identifica como a un igual.
Ante la metida de pata hasta el cuello y la crítica desatada, el parlamentario se ha apurado a explicar lo que quiso decir, lo cual es pésimo, porque si tienes que explicar lo que dices o escribes, mejor piensas dos veces antes de expresarte, máxime si por el cargo lo ideal es ser políticamente correcto y si a eso le sumas tolerancia, solidaridad, empatía y honestidad ya te conviertes en político del año; ojalá encontráramos en el Perú varios a los cuales nombrar, pero ese es ya otro tema.
