Mis amigos en Perú viven con esperanza el cierre del Congreso, yo también. Esta es la segunda vez que veo algo así, la primera, en 1992, el ambiente era de tensión, esta segunda, la fiesta está en el aire, esperemos que nada empañe el momento [Foto: La Tercera]
Este lunes 30 de septiembre veía con placer y orgullo como mis compatriotas salieron a las calles a celebrar el cierre del Parlamento peruano, era un grito, un clamor del pueblo que quiere un nuevo Perú, y sí, no faltará quien diga que estoy haciendo campaña por ‘La Vero’, pero no, la frase me ha salido así y no veo porque cambiarla, total, la gente siempre dirá lo que le salga de allí de donde le sale.
Y sí, vuelvo a repetir, lo ocurrido este lunes es producto de las ansias de la calle, de una gran parte de la calle, que quiere un nuevo Perú, que quiere cambios, que está harta de corruptelas, de ‘hermanitos lindos’, de obras mal hechas, de sueldos exhorbitantes de congresistas que no hacen más que obstruir el avance del país desde sus escaños; porque el cierre del Congreso este 30 de septiembre por parte del presidente Martín Vizcarra tiene que ser eso, barrer la porquería y dejar la casa limpia como una patena.
Viendo transmisiones en vivo de diferentes medios y de amigos del Facebook sentí una enorme envidia de no estar en medio de la gente que marchaba, que gritaba, que clamaba porque se respetase la decisión del presidente, porque no se hiciese caso a la votación de prisa y corriendo con la que los que veían que se les iba la mamadera intentaron salvar sueldo y el aguinaldo, y solté un lagrimón por tanta fuerza, por tanta dignidad.
Recuerdos de juventud
Y recordé 1992, el 5 de abril, precisamente, el inefable día en que Alberto Fujimori, el expresidente preso por delitos de asesinato con alevosía, secuestro agravado y lesiones graves, cerró el Congreso porque según él no lo dejaban gobernar y la foto es tan diferente. Recuerdo que ese día estaba en casa del familiar de un exnovio, allí todos pensábamos que al ‘Chinito’ sólo le había quedado tener mano dura para acabar con el terrorismo y gobernar el país como Dios manda. Y nos equivocamos tanto.
Tanto como que no había nadie en las calles celebrando, bien es cierto que todos vivíamos asustamos por los atentados, además, las tanquetas estaban en las calles. En esa ocasión Alberto Fujimori utilizó el poder de las fuerzas armadas no para protegernos, sino para reprimir cualquier acción que fuese en contra de sus designios de dictadorzuelo asesino y ladrón. Ahora sabemos que Fujimori nunca nos protegería y que cerrar el Congreso sólo tenía como objetivo hacer lo que le diese la real gana con el País.
En cambio, el cierre del Parlamento por parte de Vizcarra ha sido una fiesta, tengo amigas que han perdido la voz coreando consignas de alegría, que se han embriagado por el gusto, alguna, incluso, se ha torcido el tobillo pogeando por la esperanza, otra con una infección de garganta sufre por no poder salir a expresar su algarabía y desde el chat va despotricando. Con este gesto, Vizcarra ha pasado a ser el hombre más importante y respetado del Perú, esperemos que aproveche ese caudal.
Media vida fuera
Hace casi 20 años que faltó del Perú y el cordón umbilical que me une a el es darle voz a las mujeres maltratadas y asesinadas de mi país a través de teleoLeo.com y espero que esta drástica medida sirva también para crear políticas que arradiquen cucufatería, ignorancia y represión por parte de algunos parlamentarios que no saben hilvanar un discurso coherente y se oponen a la educación con enfoque de género porque no quieren sexo anal.
De Mercedes Araoz mejor no hablamos, no hay que darle más importancia de la que tiene el haberse vestido y maquillado para la ocasión. Ella ha traicionado la voz de la calle, la que manda, la que le paga el sueldo; ha sido una Felipilla infiltrada en el gobierno de Vizcarra, una espuria, una piltrafa de persona que prefiere aliarse al poder corrupto de los narcocutrafujijapristas que someterse a la voluntad del pueblo.
Esta vez Miss Bagua, no sólo se ha puesto la corona, esta vez, la de flores, la que se encarga ante las pérdidas irreversibles, la que de antiguo llevaba el crespón negro, perdido en aras de la modernidad. Mercedes Araoz, también se ha puesto la lápida y en ella la inscripción: Adiós Mechita.
Viva el Perú carajo
Desde aquí sólo podemos ir para arriba, pero para eso Vizcarra y los que vengan tienen que ser humildes de corazón y permitir que la voluntad del pueblo triunfe, las elecciones han sido convocadas en tiempo y forma según la Constitución, esperemos que los que están por venir sean de verdad los que mejor pueden llevar la batuta del país. Esperemos que esta vez los candidatos no tengan antecedentes penales y la educación e instrucción suficiente para saber lo que hacen.
La patada puede venir por el TC, la bancada fujiaprista en un último acto puso la balanza a su favor y eligió un magistrado amigo que solucione sus problemas y este podría resolver vacar a Vizcarra, lo cual significaría impedir el adelanto de elecciones y las reformas políticas necesarias, entre otras cosas, con lo cual, nuestro gozo en un pozo.
Este texto no pretende dar lección de nada, tampoco dar información vital para los próximos días, este texto es absolutamente prescindible para cerebros más enterados e iluminados, este texto sólo sale de mi segundo cerebro, del estómago, y ascendiéndo por los chakras superiores, es visualizado por el tercer ojo, coge forma en mi cabeza y lo vomitó aquí, desde la ilusión de que las cosas mejoren en mi Perú.
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