Una columnista de Perú21 escribe un artículo insultante contra su asistenta, llamándola «hija de puta» por cumplir la cuarentena, y discriminatorio contra millones de peruanos al explicar como sufre el encierro abrazada al champagne. El diario se disculpa, pero la columna continúa online
«Hoy, en la página 20 del diario Perú21, en la columna After Party, firmada por la señora Maki Miró Quesada, se contraviene los valores que nuestro diario profesa». Con esta palabras iniciaba su carta de disculpas la directora de Perú21 luego que el diario publicase, este domingo 29 de marzo, la columna de la mencionada escritora peruana en la que insultaba a su asistenta por dejarla sola para cumplir la cuarentena.
«A nosotros el lockdown nos agarró en el campo. Suerte dirán algunos. Pó darse. Salvo que al segundo día la hdp (hija de puta) del ama de llaves -15 años con nosotros, tratada como familia con salario de ministro- se zurró en la cuarentena “porque es mi franco y mi derecho nadie me lo va a quitar”, sabiendo que luego no podía volver ».
Y la ausencia de la asistenta, a la que «tratada como familia» Maki Miró Quesada no le perdona que respete, el confinamiento, la única medida de prevención del COVID-19, le duele porque la ha dejado tirada en la propiedad que ahora debe cuidar: «Me quedé con la casa de tres pisos, el parque de veinte hectáreas, los 3 perros y el marido de 80 años».
Las reacciones de indignación de los peruanos luego de la publicación de Miró Quesada no se hicieron esperar. En un país donde el 70% de la PEA sobrevive del trabajo informal, es muy duro leer que una señorona está sufriendo por haberse quedado encerrada en su casa de campo con grandes cantidades de alcohol y comida; y que se pase el día sufriendo porque debe lavar platos, beber champagne y limpiar las excreciones de sus perros.
La directora de Perú21 al ver la que se había armado escribió una carta a sus lectores disculpándose por no haber tenido tiempo para leer la columna de una de las herederas del imperio Miró Quesada, dueños del mayor conglomerado de diarios del Perú del cual ella es una trabajadora. «El insulto proferido (hija de puta) nunca debió ser publicado, peor si está dirigido contra una trabajadora».
La directora de Perú21 dice también que cuando alguien es insultado en su medio, «[…]lo llamamos y le pedimos que retire el calificativo». Sin embargo, 24 horas después de la publicación y de las disculpas el insulto contra Evita, la asistenta, continúa publicado. En la edición impresa lo hecho, hecho está, pero en la edición online la corrección, con la aprobación o desaprobación de Miró Quesada, debería haberse hecho ya.
Es lamentable usar un medio de comunicación de alcance nacional para publicar una columna como la que leímos este domingo, máxime, cuando millones de compatriotas de Maki viven la cuarentena con las necesidades básicas al descubierto. Ojalá que cuando todo acabe, la columnista pida perdón a Evita, se dé un baño de realidad y aprenda a compartir sus intimidades vía Facebook o vía mail con familiares y amigos.
Es más lamentable que a pesar de las disculpas, la directora del diario diga: «Los editores, podemos discrepar de la opinión de nuestros columnistas, pero siempre protegeremos su derecho a decir lo que piensan y a tener un espacio donde se escuche su voz, en tanto se trate de ideas», porque no es así, no siempre se pueden respetar y publicar todas las ideas de los columnistas o de quien sea.
De ser así, los medios de comunicación podrían publicar, por ejemplo, columnas a favor del terrorismo, o del narcotráfico, o de la trata de mujeres, y creo que la directora de Perú21 no lo permitiría. La libertad de prensa no significa manga ancha para difundir contenidos fomentando, por ejemplo, la discriminación y la columna «Cómo pasar la cuarentena» de Maki Miró Quesada es absolutamente discriminatoria, ofensiva y clasista.
A continuación la columna completa
