«No somos objetos descartables, hemos estado en primera línea contra el COVID-19. merecemos respeto» [Video]

Isabel Cortez es una de las caras más conocidas de la lucha de las mujeres trabajadoras de la limpieza pública de la Municipalidad de Lima. TeleoLeo.com ha intentado hacer un retrato de esta lideresa

«La gente tira mascarillas y guantes, servilletas o papeles de limpiarse la nariz en medio de la calle y somos nosotras las trabajadoras de limpieza pública las que recogemos todo y nos contagiamos. Durante el confinamiento por la pandemia, alrededor del 40% de las trabajadoras de limpieza pública de la Municipalidad de Lima ha estado contagiada de COVID-19, y eso es porque hemos estado en primera línea de batalla contra el virus, pero eso no le importa al alcalde Jorge Muñoz».

La voz es de Isabel Cortez, presidenta del Comité de Lucha del Sindicato de Trabajadores de Limpieza Pública de la Municipalidad de Lima, SITOBUR; ex candidata al Congreso peruano, mujer aguerrida y de convicciones que no dejan indiferente a nadie. Cortez reclama atención para su gremio, también empatía, respeto, agradecimiento y civismo por parte del pueblo, así como garantías para sus puestos de trabajo. «No somos objetos descartables», es el grito que ella y sus compañeras entonan desde hace semanas en las calles de Lima, porque hoy 504 de ellas podrían quedar en la calle.

«Las trabajadoras de la limpieza pública hemos estado en primera línea de lucha contra del COVID-19, nuestro trabajo ahora es de más riesgo que nunca porque hemos estado y estamos en contacto con los residuos sólidos de los vecinos. Hemos estado muy preocupadas y asustadas, el 40% de los trabajadores estuvimos contagiados y ahora e la alcalde nos paga así, licitando el servicio. Como somos obreras nos tratan como objetos descartables» ─señala Isabel.

La vida de una trabajadora de limpieza pública en Perú no es un lecho de rosas, no es, ni siquiera, la vida de cualquier obrero. Ellas cada día están en contacto con las inmundicias de todo mundo, realizando un trabajo que nadie quiere hacer, pero que alguien debe hacer. «Mi vida y las de mis compañeras es difícil, nosotras somos como los médicos y enfermeras que no podemos parar; el servicio de limpieza pública no puede parar, sin embargo, a nosotras el gobierno no nos ha dado ningún bono por estar en primera línea contra el COVID, ¿por qué no nos valoran?»

Un día con Chabelita

Mientras Lima duerme, ella ya está de pie y dispuesta para una nueva jornada. «Yo me levanto a las 4 de la mañana a prepararme mi ‘taper’ a las 5 tengo que estar en el paradero y a las 6 en la puerta de mi trabajo, con toda la preocupación de que me puedo contagiar. Con las compañeras las cosas han cambiado, ya no podemos abrazarnos, ni preguntarnos cómo estamos, ahora de lejitos nomás marcamos nuestra entrada y nos ponemos nuestro uniforme».

Luego a comenzar el día. «En el trabajo nos dan un plano para saber que zona vamos a limpiar y así salimos, al mediodía paramos para comer, donde estamos. No tenemos comedor, ‘refrigeramos’ donde nos da la hora, un parque, una avenida, sentadas en una vereda o en un puerta; a veces la gente nos vota. Normalmente trabajamos de 6 de la mañana a 3.30 de la tarde, durante el confinamiento acabábamos a la 1:30. Volvemos a la empresa, nos desinfectan al llegar, nos duchamos, nos cambiamos y volvemos a nuestras casas».

Y allí comienza otro ritual. «Yo en mi casa tengo una tina con lejía con un poco de agua, ahí desinfecto mis zapatos, de frente me meto a mi cuarto, me cambio de ropa, pongo a lavar todo, incluso, me da recelo acercarme a mis hijos, ‘apapacharlos’, como antes, porque pienso que tengo el virus pegado a la ropa, en el cuerpo, o el cabello y no quiero contagiarlos, todo y que ha dado negativo a todas las pruebas que me han hecho. Pero tengo miedo, una de las veces que nos hicieron la prueba, de 20 compañeras, sólo 7 dimos negativo».

El 70% de las trabajadoras de la limpieza pública de la ciudad de Lima son mujeres, la mayoría, cabezas de familia con hijos menores, ellas por 1200 soles al mes han arriesgado sus vidas desde el inicio de la pandemia y hoy 504 de ellas podrían quedarse sin empleo y sin protección: ¿esto es normal?, ¿esto es justo?, ¿así paga la ciudad el esfuerzo?, ¿hasta cuándo tanta injusticia con la clase trabajadora? «Cada vez que subo a un bus para ir a mi trabajo sólo me encomiendo a dios» ─concluye Chabelita.

Negocios municipales

Este 29 de julio, la municipalidad de Lima Metropolitana capitaneada por Jorge Muñoz decidirá a qué empresa le otorga la buena pro para la limpieza de la ciudad. Esto, a pesar que en 2018, la Segunda Sala de Derecho Constitucional y Social Transitoria de la Corte Suprema declarase la desnaturalización de la tercerización del servicio de limpieza pública de la ciudad, porque este es un servicio permanente que las municipalidades deben ofrecer, tal y como lo ratifica la Ley Orgánica de Municipalidades.

Ley Orgánica de Municipalidades: Artículo 80.- Numeral 3. Funciones específicas exclusivas de las municipalidades distritales:  3.1. Proveer del servicio de limpieza pública determinando las áreas de acumulación de desechos, rellenos sanitarios y el aprovechamiento industrial de desperdicios. 3.2. Regular y controlar el aseo, higiene y salubridad en los establecimientos comerciales, industriales, viviendas, escuelas, piscinas, playas y otros lugares públicos locales.

La sentencia de la Corte Suprema se debe a la demanda entablada por los trabajadores de limpieza que brindan este servicio a la municipalidad de Lima a través de la empresa Innova Ambiental, ellos agrupados en el sindicato SITOBUR, exigían estar en la planilla municipal para dejar la precariedad a la que se les somete cada vez que un nuevo gobierno de la comuna decide cambiar de empresa y licita los servicios de limpieza.

La sentencia, favorable a los trabajadores, también se basó en jurisprudencia del Tribunal Constitucional, que ratifica que la limpieza pública es un servicio permanente y uno de los principales que las municipalidades deben brindar a la comunidad, porque de su ejecución depende el cuidado del medio ambiente y la salud pública.

Tras marchas y contra demandas, incluso del actual alcalde, Jorge Muñoz, quien prometió cumplir las sentencias judiciales, los trabajadores de SITOBUR estarán en la planilla municipal desde el 1 de agosto. Sin embargo, 504 trabajadores de Innova Ambiental que no están dentro del sindicato temen por sus puestos de trabajo. Lo único que piden es que la licitación de este servicio incluya una cláusula que garantice la permanencia de todos los trabajadores.

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Mientras este 29 de julio, el presidente estaba de Parada Militar y en la municipalidad de Lima se decidía el futuro del servicio de limpieza pública de la ciudad, las trabajadoras protestaban en las calles y eran reprimidas, como en otras ocasiones, con gran cantidad de policías, con bombas lacrimógenas y con chorros de agua sucia

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