Escrito por: Leonor Pérez-Durand
La justicia patriarcal condena a las mujeres hasta por la ropa interior que llevamos. Calladas, sumisas, abstemias, sin colores y sin encajes; encerradas en casa, mustias y criando a sus hijos. Así es como nos quieren, la que se salga del molde y la violen o la toquen no tiene derecho a nada
«Desperté, estaba desnuda, él también, estaba a mi lado tocándome la vagina, luego se puso encima mío me penetró, no sé si lo hizo más veces durante la noche, lo empujé, me levanté y me vestí, me fui a mi casa y llorando le expliqué a mi mamá lo que había pasado». El 29 de enero de 2019, J.E.P.M salió con su amigo de la infancia y vecino, Giancarlos Espinoza Ramos, al día siguiente volvió a casa llorando. La noche anterior, habían estado bebiendo alcohol en un local nocturno y no recordaba nada más luego de la última copa.
TeleoLeo.com habló con la madre de la denunciante sobre todo lo ocurrido y sobre las acciones que ha tomado su defensa para revocar este fallo señalado ya como machista y revictimizador.
Declaración fiscal de la víctima
«Yo me levanté rápido y todavía estaba mareada, no estaba bien, empecé a buscar mi ropa, toda la ropa estaba tirada en el cuarto, luego me cambié, agarré mi cartera y quería salir la puerta estaba trancada, la manija no funcionaba yo empecé a golpear y cuando me dí cuenta él estaba detrás, me dijo cállate, de pronto la puerta se abrió, yo solamente salí corriendo».

En base a este relato, el fiscal de la 2da Fiscalía Provincial Penal de Ica, Carlos Guillermo Yalle, acusó a Espinoza Ramos por delito de tentativa de violación y pedía 14 años de prisión.

Sin embargo, según el Juzgado Penal Colegiado Supranacional Transitorio de Ica compuesto por las juezas Diana Jurado, Lucy Castro y el Ronald Nayhuamán, la acusación carecía de elementos de convicción por supuestas contradicciones de la víctima, tales como si la puerta de la habitación del supuesto agresor tenía manija o no, o que en un primer momento declaró que él intentó penetrarla y luego en una ampliación de su declaración dice que la penetró. Además juezas y juez se dedican a culpar tanto a la madre, como a la denunciante misma.
En la sentencia el colegiado dice que madre e hija se contradicen porque la madre asegura que la joven le había pedido permiso para salir y ella dice que no había pedido permiso, pero que por mensaje había avisado que volvería a casa a las 11 de la noche y esto es motivo de crítica. «Las reglas de la experiencia nos orientan a razonar en el sentido de que una madre al saber que su hija debía de retornar a las once de la noche y no retorna, el primer impulso es salir a indagar, sin embargo ha esperado hasta que su hija retorne a casa a las 06:15 AM».
Otra de las razones para absolver a Espinoza Ramos ha sido, el que la denunciante llevase puesta una trusa de color rojo con encaje porque siendo una persona tímida y sumisa, según lo que arrojan las pruebas psicológicas, si vestía esa ropa interior era porque pretendía mantener una relación sexual con Espinoza Ramos.

Esta no es la primera vez que un denunciado por violación es absuelto por la ropa interior que llevaba la víctima. En Irlanda, en 2018, un hombre acusado de violar a una joven de 17 años de edad fue absuelto porque su defensa alegó que la víctima al llevar una tanga de encaje hizo que el agresor considerase esto como una señal de consentimiento.
Esta afirmación en el fallo de los jueces, como una de las causas para la absolución del acusado, ha inundado las redes sociales y ha provocado la condena primero de la Defensoría del Pueblo y luego del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables que consideran estas afirmaciones impropias y punibles.
Pronunciamiento de la Defensoría del Pueblo
Pronunciamiento del MIMP
El fallo también señala que la denunciante siempre ha hecho regalos al denunciado, tanto en su cumpleaños como por el día de los enamorados.

También toman en consideración las declaraciones de Espinoza Ramos que, además de decir que «siente que es inocente», señala que la noche en la que salieron a tomar ella le dijo que quería que no sólo fuesen amigos y que él le dijo que eso era imposible porque él tenía pareja y estaba esperando un hijo.

Otras de las consideraciones de los jueces para absolver a Espinoza Ramos es que en el examen del médico legista, a pesar de que la denunciante declara no haber tenido relaciones sexuales previas, no presenta lesiones vaginales. Sin embargo, no toman en cuenta que según el examen del médico legista, ella tiene «himen complaciente», lo que se conoce como himen elástico y que esta característica complica la verificación de si hubo o no una violación, y que para certificarla es necesario complementar el análisis con el resultado de las pruebas psicológicas.

Los jueces tampoco toman en cuenta las lesiones traumáticas extragenitales que refieren a lesiones en otras partes del cuerpo. La denunciante presentaba un moretón que según el examen legista habría sido producido con un objeto duro. Y aunque los peritajes psicológicos dicen que la denunciante padece depresión y tiene ideas suicidas y ha sufrido intentos de autoagresión, debido al hecho que denuncia, esto no sería así porque ella lleva tratamiento psicológico previo por problemas familiares.

Por otro lado, a pesar de haber un vídeo en el que se ve a la denunciante salir tambaleándose del local donde bebía con Espinoza Ramos, el examen toxicológico, cuyo resultado demoró dos meses en ser entregado, señala que no había alcohol en el cuerpo de la joven.

Sin embargo, en el proceso, los jueces no han tomado en cuenta las declaraciones de la camarera que atendio a la joven y a Espinoza Ramos en el local donde estuvieron departiendo, quien asegura que la joven estaba tan ebria que le costó ir caminando al baño, que luego rompió una copa y que ella misma se le acercó y le dijo, «vete a tu casa que ya estás mal».

Este nuevo e infame fallo judicial es una prueba más de la misoginia y del machismo de la justicia patriarcal imperante. Las leyes sobre el papel están muy bien, sin embargo, si policías, jueces y fiscales, carecen de enfoque de género en la aplicación de las mismas, no hay forma de que las mujeres y sobre todo, las más pobres, puedan acceder a la justicia.
La madre de la joven denunciante está a la espera de la respuesta de la apelación que su abogada del CEM ha presentado, ella sólo quiere justicia para su hija, porque ella misma ha sido víctima de violencia física, psicológica y sexual y no quiere que nadie más de su familia tenga que vivir con miedo, sintiendo que incluso el Estado las revictimiza. Ella solo pide justicia y reparación para sus hija.
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