Escrito por: Leonor Pérez-Durand
Miguel Antonio Benites Arana ha sido penado con 28 años de prisión, el pago de 70 mil soles de reparación civil y el pago de las costas del proceso por el feminicidio de Ericka Oblitas. La fiscalía pedía 35 años. El 2 de junio de 2019 Benites le propinó tal paliza a Oblitas, que la postró en una cama de hospital. Ocho días después ella moría. Su ‘pecado’, acabar con la relación.
Quince meses ha tardado el Juzgado Mixto del Callao en resolver este caso en el que fueron testigos de la violencia lxs hijxs de Ericka Oblitas, a pesar de ello, la fiscalía no pidió cadena perpetua para Benites porque ella no murió en el acto. El domingo 2 de junio Benites llegó a la casa donde ella vivía con sus hijxs, les pidió que salieran: «Querrán hablar sus cosas de grandes», pensó la hija mayor. Minutos después Oblitas pedía auxilio.
La adolescente que escuchaba los gritos de su madre tras la puerta, pidió a un vecino que la llevase a comisaría y allí explicó lo que pasaba. La policía acudió al domicilio y encontró a Benites golpeando a Oblitas, ella con contusiones en el rostro; a él tuvieron que reducirlo para detenerlo. Benites, además, en un acto brutal, le habría tirado el televisor por la cabeza a Oblitas. Los dos fueron llevados a comisaría y detenidos.
Mientras ella agonizaba, su agresor era liberado
A pesar de las graves contusiones que presentaba Oblitas en el rostro y del notorio golpe en la cabeza que no le permitía hablar bien, sólo fue llevada al hospital cuando convulsionó. Siempre quedará la duda de si una atención rápida no le habría podido salvar la vida. Cuarenta y ocho horas después, mientras ella se debatía entre la vida y la muerte, Benites era liberado.
Al fiscal que lo liberó, Julio Odón García Romero, no le importó que el agresor fuese capturado en flagrancia y que según el Código Penal debía abrirle proceso de inmediato, máxime cuando se trata de violencia cometida contra de la vida de alguien, máxime cuando el responsable tiene 13 denuncias por robo agravado, posesión de armas; y 3 por violencia física en contra de otra de sus exparejas.
La Oficina Desconcentrada de Control Interno del Ministerio Público del Callao informó en 2019 que abriría investigación de oficio en contra de Odón. El resultado debe haber sido favorable pues en junio de 2020, en su calidad de fiscal provincial de la Fiscalía Especializada de Violencia Contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar, fue entrevistado en Youtube para la tesis de una alumna.
La madre
«Me siento tranquila, el asesino de mi hija por fin ha sido condenado», dijo la madre de Ericka Oblitas a teleoLeo.com minutos después de la sentencia. Ahora queda esperar las formalidades de ley. «Espero, además, que Benites no apele», agregó. De ser así ella no podría entregarse, por fin, al duelo y menos comenzar a intentar sanar una herida, sin cura para mujer que ha parido.
«La ministra no atiende servicios»
Veinticuatro horas antes de la sentencia en contra de Benites, la madre de Ericka Oblitas y un grupo de mujeres del colectivo «Familias Unidas por Justicia: Ni Una Asesinada Más» acudieron al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), para pedir el apoyo de Silvia Loli, titular de la institución creada para protegerlas.
Ellas llegaron allí, sin mucha esperanza, hasta el momento varias han denunciado en teleoLeo.com no recibir el trato que requieren, a pesar, de la fuerte publicidad que el MIMP hace de su programa Aurora, que supone el tratamiento integral de las víctimas y de sus familiares; sin embargo, según refieren, luego de pedir hablar con Loli, sólo obtuvieron como respuesta: «La ministra no atiende servicios»
¿Las feminicidios son servicios? ¿Las mujeres y niñas desaparecidas, que se cuentan por miles, son servicios? ¿Las mujeres y niñas violadas son servicios? Si bien es cierto, la respuesta no fue dada directamente por la ministra, cómo es posible que los funcionarios se dirijan a madres y hermanas de las víctimas de manera tan fría. ¿Será ese el lenguaje interno del MIMP para nombrar tanto dolor?