Escrito por: Leonor Pérez-Durand
Walter Mundaca López, fiscal del caso no pidió la ampliación de la prisión preventiva porque según él, que José Zoriano haya intentado quemar a su hija es sólo un delito de lesiones. Por su parte el juez firmante de la libertad reconoce la gravedad de la denuncia que podría condenar al imputado a 12 años de prisión y por eso, para evitar «el riesgo de fuga», le impone una fianza de 3,000 soles. ¿Surrealista?, no: lo siguiente
«Si yo hubiese calificado el caso desde un principio, luego de evaluar el certificado médico y el informe de bomberos, no lo hubiera calificado como delito de feminicidio en calidad de tentativa, por eso es que no se puede mantener la prisión preventiva». Este 17 de marzo, José Zoriano Arias, el hombre que cuenta con varias denuncias por violencia sexua, en Chontalí, distrito de la provincia de Jaen, en Perú, ha sido liberado.
Los 9 meses de prisión preventiva vencieron y el fiscal a cargo de la acusación, Walter Mundaca López, no consideró pertinente solicitar su ampliación porque según su «criterio», Zoriano -al que el Ministerio Público acusa de intento de feminicidio, tortura y tocamientos indebidos a su hija adolescente- podría ser condenado sólo por agresiones contra integrantes del grupo familiar.
Justicia injusta
Lo paradójico de la orden de libertad con restricciones emitida por juez Orlando Pari Gonzales, del 2° Juzgado de Investigación Preparatoria de Jaén, es que en su resolución afirma que Zoriano, por el delito de intento de feminicidio a su propia hija, de ser hallado culpable, afrontaría una pena alta y esto podría implicar riesgo de fuga, por eso, para evitar que caiga en la tentación le impone «caución» de 3000 soles a pagar en 10 días desde su puesta en libertad.
La pena que afrontaría Zoriano sería de entre 6 y 12 años de prisión. Si escapase, poniéndonos en el rango más alto de la pena, abonaría 1.46 soles por día de cárcel no cumplido, ‘baratito’ nomás. Desde el otro lado del espejo, por 1.46 soles al día, se perturba, aún más, la tranquilidad, la integridad y la vida de una niña, a la que su propio padre habría intentado quemar luego de denunciarlo por intento de violación.
Denuncias previas
Las denuncias que acumula José Zoriano, por violación e intento de violación sexual de niñas y mujeres recogidas por la ronda campesina de Chontalí -distrito de Jaén- tampoco cuentan para Mundaca. El mismo Zoriano, por lo menos, en el caso de intento de violación de dos niñas de 5 y 7 años, pidió perdón al padre de las mismas. Tampoco cuentan para el fiscal la denuncia por intento de violación de su propia hija y la de maltrato contra su expareja, la madre de la niña.
Fiscal con antecedentes
Esta no es la primera vez que el fiscal Walter Mundaca tiene un comportamiento cuestionable en un caso de violencia que involucra a una niña. En agosto de 2019, la página de FB AndinaRadio – Chota publicaba que el fiscal había sido suspendido temporalmente por «faltas graves y leves» por «negligencia» en la investigación de una denuncia por tocamientos indebidos a una niña.
Según la resolución de suspensión, «la sanción se impone por la gravedad de los hechos; la naturaleza del delito investigado y los antecedentes del Fiscal Provincial de la Primera Fiscalía Provincial Penal Corporativa de Jaén, Walter Enrique Mundaca López, quien ostenta 11 sanciones disciplinarias impuestas por la Oficina Desconcentrada de Control Interno (8 amonestaciones y 3 multas)».
Intento de violación e intento de feminicidio
Por estos hechos y las denuncias por violación e intento de violación de varias mujeres y niñas del lugar donde vive, José Zoriano, se ha ganó el apelativo de «Monstruo de Chontalí», sin embargo, él no es un ser mítico, él es un hombre que pretende demostrar su poder a través del daño que inflige a las niñas y mujeres que lo rodean; por eso su familia le teme, sus hijas le temen.
Veinticuatro horas después de la liberación de Zoriano, TeleoLeo.com habló con su hija mayor quien salvó a su hermana pequeña de morir quemada. «Ató sus brazos abiertos en cruz al techo de su habitación, la amordazó y le realizó tocamiento indebidos. Eso le hizo a mi hermana que tan sólo tiene 13 años». Él fue detenido por la policía y luego puesto en libertad. Días después habría volvió a arremeter contra la menor, esta vez, asegura su hija: «Intentó matarla quemándola».
«Mi madre no puede ni hablar por eso le doy yo la entrevista. Tenemos mucho miedo porque la madre de este hombre ha estado diciendo que no sabía que pasaría si su hijo era puesto en libertad. Nosotros hemos huido de Chontalí para protegernos. El abogado que tuvimos no nos ayudó, la justicia tampoco. Mi hermana está muy asustada. No entendemos nada».
Peligro físico y mental de niñas y niños víctimas de violencia sexual
¿Cuál puede ser la paz mental de alguien a quien han intentado violar y matar? Máxime su ese alguien es una niña, sabiendo que quien le dio la vida ha intentado arrebatársela, ha intentado ultrajarla, la ha torturado. Cómo puede esta pequeña estudiar, jugar, dormir, salir, si sabe que quien le hizo daño está en la calle sin haber sido ni siquiera juzgado.
José Zoriano sería otro de los depredadores sexuales que caminan libres por las calles, mientras las niñas y mujeres a las que ha atacado huyen, se encierran y pierden la poca tranquilidad con la que respiraban sabiéndolo encerrado. «El desarrollo de sintomatología postraumática es uno de los efectos del abuso sexual de niños y adolescentes que se observa con mayor frecuencia».
Trastorno de estrés postraumático (TEPT) es la afección de la salud mental desarrollado por algunas personas luego de experimentar o ser testigos de un suceso traumático que puede poner en peligro la propia vida: un accidente, una guerra, una catástrofe natural o una agresión sexual. La muerte repentina e inesperada de un ser querido también puede causar TEPT.
Según la Organización Mundial de la Salud, las y los niños víctimas de violencia sufren daño en el desarrollo cerebral y en el sistema nervioso con consecuencias que duran toda la vida. Los abusos sufridos las y los hace candidatos a la deserción escolar y a «conductas de riesgo para la salud: consumo de tabaco, drogas y bebidas alcohólicas e incurrir en conductas sexuales de alto riesgo».
También sufren tasas más altas de ansiedad, depresión y «otros problemas de salud mental y suicidio; embarazos no deseados, abortos provocados, problemas ginecológicos e infecciones de transmisión sexual, entre ellas el VIH; enfermedades no transmisibles cuando alcanzan la edad adulta. El aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes y otras».
La OMS también asegura que los niños expuestos a la violencia y a otras circunstancias adversas <<tienen más probabilidades de abandonar los estudios, más dificultades para encontrar y mantener un empleo y más riesgo de ser víctimas o autores de agresiones interpersonales o autoinfligidas en una etapa posterior de su vida, con lo cual pueden afectar a la generación siguiente».

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