Escrito por: Leonor Pérez-Durand
Con 113 puñaladas, golpes y todo tipo de vejaciones Byron Guarango Ullagari acabó con la vida de Maribel Pinto, mujer afroecuatoriana, madre de 5 hijos y dos nietos, cabeza de familia, activista por los derechos de los afrodescendientes y una de las fundadoras del Movimiento Afro del Azuay, en Cuenca, Ecuador. Según el feminicida confeso, contrató a Maribel como prostituta y la mató porque intentó robarle.
Quienes conocían a Maribel, como Nila de Aguiar, coordinadora del Movimiento Afro del Azuay, no creen la versión del Guarango. «Ella era una mujer trabajadora, no era una prostituta, pero si lo hizo fue culpa del propio sistema. Vivimos en una sociedad machista, patriarcal, excluyente, donde no todos tenemos las mismas oportunidades porque no todos tenemos acceso a una buena educación».
Maribel Pinto tenía 38 años de edad, era cocinera de profesión y desde hace 15 años era activista por los derechos de los afrodescendientes, por eso, activistas de la diáspora africana fuera de Ecuador se encuentran consternados por su cruento asesinato y piden justicia y reparación; además exigen que su muerte sirva para poner sobre la mesa las desigualdades de la población afro en Ecuador, pero no sólo en Ecuador.
Los hechos
Según explicó de Aguiar, la noche del 2 de noviembre de 2020 Maribel Pinto estuvo en una reunión y alguien se ofreció para llevarla a casa, «pero la llevó a otro lugar y allí fue brutalmente asesinada». Guarango condujo a Maribel Pinto al taller donde trabajaba como mecánico y allí la mató con toda la crueldad de la que fue capaz. Minutos antes de morir Maribel habría llamado por teléfono a su hija pidiendo ayuda.

Byron Guarango fue detenido por la policía cuando escapaba de la escena del crimen, estaba manchado de sangre así que no le quedó más remedio que confesar haber asesinado a una -según él- prostituta que le había intentado robar. La policía encontró a Maribel muerta, desnuda, con señales de golpes y con las 113 puñaladas que le quitaron la vida. Guarango ha intentado alegar locura, pero no ha tenido éxito.
Entrevista a la coordinadora del Movimiento Afro del Azuay

En entrevista con TeleoLeo.com, Nila de Aguiar, además, de exigir justicia para Maribel Pinto, expone el racismo estructural de su país que, como en otros, somete a las y los afrodescendientes a condiciones de vida paupérrimas, sin una educación de calidad que les permita competir en igualdad de condiciones por trabajos mejor remunerados, condenándolos a un círculo de pobreza difícil de romper.
«Cuando se informa del feminicidio de una mujer blanca, los medios no dicen matan a abogada o médica, dicen, «matan a una mujer.» En el caso de Maribel Pinto, al ser afro, lo primero que han dicho, haciéndose eco de la versión de quien acabó con su vida es: «matan a una prostituta»» -asegura de Aguiar. Si las mujeres blancas tienen un techo de cristal que romper, el que tenemos las mujeres negras, sobre nosotras, es de granito.
Crueldad, superioridad y alevosía: 40 años de prisión
«Ella fue asesinada en el marco del ejercicio de labores profesionales, en superioridad de condiciones y por alguien que preparó el terreno para matarla». TeleoLeo.com también habló con el abogado que Maribel Pinto, Telmo Tello Tapia, según él, Maribel Pinto sí estaba ejerciendo la prostitución cuando fue asesinada, sin embargo, deja muy claro que eso no es motivo para que este feminicidio no sea castigado con rigor.
«El feminicidio de Maribel presenta una serie de agravantes: crueldad, preparación del delito y vulnerabilidad de la víctima, por ello exigimos una pena de 40 años. Además de la pena y de la reparación para la familia queremos, tal y como señala la ley, un resarcimiento a la sociedad. Queremos programas y lineamientos claros para acabar con la discriminación a los afrodescendientes», dice Tello.
Byron Guarango Ullagari es juzgado bajo los artículos 141 y 142 del Código Orgánico Integral Penal:
Artículo 141.- Femicidio.- La persona que, como resultado de relaciones de poder manifestadas en cualquier tipo de violencia, dé muerte a una mujer por el hecho de serlo o por su condición de género, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años.
Artículo 142.- Circunstancias agravantes del femicidio.- Cuando concurran una o más de las siguientes circunstancias se impondrá el máximo de la pena prevista en el artículo anterior:
- 1.Haber pretendido establecer o restablecer una relación de pareja o de intimidad con la víctima.
- 2.Exista o haya existido entre el sujeto activo y la víctima relaciones familiares, conyugales, convivencia, intimidad, noviazgo, amistad, compañerismo, laborales, escolares o cualquier otra que implique confianza, subordinación o superioridad.
- 3.Si el delito se comete en presencia de hijas, hijos o cualquier otro familiar de la víctima. 4.El cuerpo de la víctima sea expuesto o arrojado en un lugar público.
El Código Orgánico Integral Penal incluye el delito de feminicidio desde 2014, luego de años de lucha, sin embargo, y como sucede en otros países, muchos son los detractores que no reconocen que las mujeres somos asesinadas por el simple hecho de serlo o por identificación de género.
Violencia estructural y racismo
El abogado también se queja de las «escuetas políticas» de Ecuador para la lucha contra de la violencia de género y agrega que ni siquiera se cumplen. Según Tello: «Falta instrucción sobre violencia de género tanto en la policía como en los operadores de justicia, desconocen la normativa. Además, tampoco tienen un protocolo claro de cómo deben afrontar estos casos protegiendo a las víctimas».
El defensor de Maribel Pinto también señala que el racismo de la sociedad ecuatoriana no es cosa que se deba tomar a la ligera. «La vulneración de derechos de las mujeres afrodescendientes y de la población afrodescendiente del Ecuador es grave y por eso luchamos por justicia para Maribel, porque buscamos reparación y resarcimiento para las personas afroecuatorianas».
Proceso judicial
El juicio por el feminicidio de Maribel Pinto ha sufrido una serie de retrasos, entre ellos la pandemia y un motín en las prisiones ecuatorianas. Las audiencias se han retomado. El abogado Telmo Tello ha presentado todas las pruebas que lo llevan a sostener la comisión de este delito perpetrado además contra una mujer afrodescendiente.
Delitos de odio
Según el diario La Hora de Ecuador, en este país se cometen actos de gran violencia por la intolerancia con lo diferente, lo diverso. La orientación sexual e identidad de género de la víctima, la nacionalidad, etnia e, incluso, su estado migratorio son motivo de estas agresiones. «Algunos de estos casos dejan secuelas sicológicas, físicas y emocionales; otros llevan a la muerte».
Según el diario, normalmente, la justicia tipifica los delitos cometidos contra estos grupos, como delitos comunes, robo, robo con lesiones o robo con muerte. La Hora consigna las declaraciones de una constitucionalista, que mantiene en el anonimato: «Muchos jueces y fiscales comparten prejuicios respecto a ciertos grupos, así, la motivación de odio desaparece de la realidad legal y jurídica del país».
Artículo 177.- Actos de odio.- La persona que cometa actos de violencia física o psicológica de odio, contra una o más personas en razón de su nacionalidad, etnia, lugar de nacimiento, edad, sexo, identidad de género u orientación sexual, identidad cultural, estado civil, idioma, religión, ideología, condición socioeconómica, condición migratoria, discapacidad, estado de salud o portar VIH […] Si los actos de violencia producen la muerte de una persona, será sancionada con pena privativa de libertad de veintidós a veintiséis años.
Este viernes 23 de abril se iniciaron las declaraciones de los testigos, son 15 y sólo pudieron dar su versión de los hechos 2 de ellos. La próxima sesión es este 28 de abril y según Nila de Aguiar, la condena tardará un poco más de lo esperado justamente por la declaración de los testigos y la actuación de las pruebas que son muchas, según el abogado Tello.
#JusticiaparaMaribelPinto
La comunidad afroecuatoriana y la diáspora afrodescendiente exigen justicia. Nada justifica el asesinato de Maribel Pinto, ni de ninguna mujer. No hay atenuantes, no hay excusas, razones ni pretextos para violentar, vejar y cocer con 113 puñaladas a nadie, menos a alguien en inferioridad de condiciones como ocurre siempre con una mujer a manos de su victimario.
Con el crimen de Maribel Pinto no sólo se ha asesinado a una mujer, se ha asesinado a una defensora de derechos, a una mujer que luchaba por justicia social para la población afroecuatoriana, discriminada, maltratada y abandonada por el Estado, como pasa en todo Latinoamérica y el mundo. Las vidas negras importan, las vidas de las mujeres negras importan, esperemos que para la justicia ecuatoriana también.