Texto: Leonor Pérez-Durand
Una mujer denunció a su expareja por la violación de su hija pequeña, Veinticuatro horas después el supuesto agresor la denunció a ella y a sus sus dos hijos hombres por secuestro y violación sexual. Según el supuesto agraviado su expareja lo citó para un ‘encuentro sexy’ y allá, atado a la cama, desnudo y desprotegido, lo golpearon, ella lo ahorcó con el cable de la plancha y su hijo mayor lo violó.
Así declaró a la policía, Gengir Morales Calderón, el denunciante; días después amplió su denuncia, agregando tortura, intento de homicidio y amenaza de descuartización para él y lo mismo para su familia. En la ampliación también cambió la manera en cómo lo habrían violado y dijo que es Verónica, su expareja, quien lo viola mientras su hijo mayor lo golpea en las costillas con una cadena. Ante la fiscalía Morales volvió a modificar su versión agregando que madre e hijo lo violaron mientras lo golpeaban.
Morales Calderón también ha declarado dos horas diferentes en las que fue liberado: en su denuncia a la policía dijo 00:00 horas; ante la fiscalía, 2:30. Ninguna de estas ‘divergencias’ han sido tomadas en cuenta por la Jueza Ana Viscarra Mucha, del 1º Juzgado Penal de Investigación Preparatoria del Agustino, quien este miércoles 15 de diciembre dictó 9 meses de prisión preventiva contra Verónica y su hijo mayor, acusados de coautoria de delito contra la libertad personal, secuestro y delito contra la libertad sexual, violación.
En su fallo Viscarra dice que Morales ha dado diferentes versiones, pero eso, según ella, no invalida su denuncia: «[…] si bien se ha advertido un diferencia en la declaración del agraviado y en la data consignada en el Certificado Médico Legal en la hora en que el agraviado se habría retirado o fue retirado (botado) del domicilio de la imputada Verónica luego de los supuestos hechos en su agravio, también se debe tener presente que el núcleo duro de su imputación se ha mantenido […]».
Argumentos de la fiscalía
Según el portal del Ministerio Público en la audiencia «el fiscal provincial Wils Gonzáles Morales demostró de manera fehaciente la presunta responsabilidad de los investigados con el delito que se les imputa, presentando el certificado médico legal y la declaración del agraviado, historial de llamadas al teléfono, la solicitud de garantías debido a las amenazas de muerte sufridas [… ]».
Para pedir la prisión preventiva de la expareja de Morales, el fiscal se basa, además, en que ella cambió de domicilio sin avisar y en que le tiró salsa picante a la cara. Según Verónica, cambió de domicilio porque Morales no dejaba de amenazarla, de pasar por su casa y debido a eso, el dueño del cuarto donde vivía le pidió que se fuera. «Si no hice el cambio en mi DNI fue por la pandemia y si no avise adonde me iba era para que él no se enterase».
El hijo de la dueña de la casa donde vivía la denunciada ha redactado una declaración jurada en la que confirma que su madre le pidió a Verónica que se retiré de la habitación que le alquilaba «por los acosos a su familia por parte de Gengir Morales Calderón». Una vecina también ha declarado haber sido testigo de que Morales con un gesto «amenazó de muerte a Verónica».


Lo del incidente de la salsa picante (rocoto), según ha dicho la denunciada a teleoLeo.com, no fue ella, fue su madre. «Ocurrió delante de la fiscalía. Mi hijo fue a declarar, mi madre y yo lo esperábamos fuera, cuando salió fuimos a tomar algo a una tienda con mesas fuera y allí estaba Gengir comiendo, mi hijo le dijo que era un violador, discutieron, mi madre se le acercó y le tiró la salsa de rocoto que tenía en su mesa. Él dijo que fui yo para pedir garantías en mi contra, pero no se las dieron».
«No entiendo, yo me tengo que ir a prisión porque le creen a él, a pesar de que mi abogado ha presentado todas las inconsistencias de su testimonio. No se dan cuenta o no quieren darse cuenta que él me denuncia por venganza, porque lo denuncié por violar a mi hija de 10 añitos. Para castigarme la justicia ha sido muy rápida, en cambio para ver la denuncia por la violación de mi hija el proceso está detenido. El tiene orden de prisión preventiva hace más de un año y sigue libre», dijo Verónica a teleoLeo.com.
De ser hallados culpables tanto Verónica como su hijo podrían ser condenados a entre 40 y 56 años de prisión por acumulación de delitos.
4 de Septiembre de 2019
Según Gengir Morales, ese día su expareja lo llamó varias veces para verse porque quería realizar una «fantasía sexual». Al ir a su casa, dice él en su declaración fiscal, fueron a comprar, volvieron; ella le dijo a sus hijos que no los molesten, lo ató a la cama y tuvieron sexo. Luego ella le dice que va a buscar algo de comer y en ese momento habrían entrado a la habitación sus dos hijos hombres, según dice Morales, lo golpearon hasta con cadenas, ella lo ahorcó con el cable de a plancha y lo habrían violado.
Gengir Morales Calderón denunció la supuesta violación sexual de la que habría sido víctima, el día 7 de septiembre de 2019 en la comisaría del Agustino, distrito donde vivía su expareja. Un día antes, el 6 de septiembre, ella lo había denunciado por la violación de su hija, una niña que en ese momento tenía 10 años de edad.
Llamadas
Según Verónica, quien envió mensajes y realizó llamadas el 4 de septiembre fue Morales. «Yo ya no quería saber nada de él. A finales de agosto, por un tiktok que mi hija hizo con un amiguito, me enteré que Gengir la había violado, tarde unos días en denunciarlo porque estuve averiguando lo que debía hacer y tenía que hablar con mi hija y pedirle que me cuente todo con calma, además también quería tener pruebas, por eso ‘escanee’ sus teléfonos y las obtuve», asegura.
Respecto a la presencia de Morales en la vivienda de su expareja el día 4 de septiembre, ella dice que él fue a su casa, la llamó, ella se encontró con él en la puerta y fueron a tomar una gaseosa. Según dice, primero fueron al banco porque él quería sacar dinero y necesitaba su ayuda con el cajero, luego fueron a tomar algo porque ella quería ‘escannearle’ sus teléfonos y reclamarle el abuso cometido contra su hija, pero en ese momento solo pudo hacer una cosa.
«Quise reclamarle haber abusado de mi hija, pero había gente, así que cuando él se fue a pedir las bebidas aproveché para vincular mi whatsapp con el suyo y así poder ver si encontraba alguna prueba sobre a violación de mi hija. Luego nos fuimos y en un pasaje poco concurrido le reclamé lo que le había hecho a mi hija, él lo negó, le dije que lo denunciaría, él me pidió que no lo haga, discutimos me fui a mi casa y él se fue», asegura ella.
Es así como ella, luego de decirle a Morales que lo denunciaría captó una conversación entre Gengir Morales y su hermana, en la que le pedía que pregunté a un amigo médico si tenia algún «amigo medico legista», su hermana le contesta que lo van a ayudar, que proceda, que confíe y que si le preguntan por qué lo habían golpeado, dijese: «Ella me pedía plata y ahí metes toda tu vaina, que siempre habían pleitos». «Lo extraño es que esta conversación es de días antes de denunciarnos a mí y a mi hijo por secuestralo y violarlo», asegura Verónica.

A continuación el audio del pedido de ayuda de Morales a su hermana en el que, además, le decía que él no había violado a la niña, que sospechaba del hijo mayor de su expareja y que quería matarlo.
Hemos borrado el apellido del «Carlos» al que se refiere Gengir Morales en este audio, pero se trata de un médico y sería el mismo al que se refiere en el mensaje escrito.
¿Dos horas de diferencia no hacen diferencia?
Según la declaración de Morales a la policía, estuvo secuestrado hasta las 00.00 horas del 5 de septiembre. Según el examen del médico legista la agresión habría ocurrido de las 20:00 a las 00.00 horas. También, según Morales, en su declaración fiscal lo liberaron a las 2:30 de la mañana, sin embargo, según el registro de llamadas de Verónica, a las 00:46 minutos del 5 de septiembre, o sea, 46 minutos después de ser supuestamente liberado Morales llama a su expareja,
«Y me vuelve a llamar el 25 de septiembre como se ve en la imagen y así continúo hasta el 29, lo recuerdo porque por esas fechas es el cumpleaños de una de mis hijas. Para qué me llamaba tanto si según él lo había secuestrado y violado y según su informe psicológico dice que es una persona dependiente y que está psicológicamente afectado por experiencia traumática de tipo sexual, entonces qué hacía llamándome si se supone que soy su agresora», afirma Verónica.

Pero Gengir no es el único Morales que llama a Verónica. El día 6 de septiembre su padre, Audberto Morales Casorla, ex sub prefecto de Jesús María y encargado de la sub prefectura Pueblo Libre, también la llamó, ella no contestó y denunció a Morales por la supuesta violación de su hija. El entonces subprefecto también la llamó el 3 de noviembre de 2020, un día antes de que la niña pasara por Cámara Gesell, para dar su declaración por la supuesta violación sufrida.
No oyeron ni vieron
En su denuncia Gengir Morales también dijo que ella puso un perro en el balcón de su habitación para que con sus ladridos no se escuchara nada de lo que le hacian. Ella replica: «Vivía en dos habitaciones, cualquier escándalo se habría oído, pero mis vecinas no oyeron nada, ni los ladridos de perro que él dice. Tampoco lo vieron entrar o salir de mi cuarto y han hecho declaraciones juradas que he presentado en la investigación, pero ni el fiscal ni la jueza parecen haberlas leído».
Además el padre de una de sus hijas dice que ese 4 de septiembre entre las 19:00 y las 19:30 horas estuvo en casa de ella para tratar temas de la pensión de la niña, que a las 20:30 horas ella llegó de la calle y que él se retiró de su casa pasadas las 21:00 horas y que en ningún momento vio a Morales allí. Esta declaración también refutaría las horas en las que según el examen legista habría ocurrido la agresión en contra de Morales.

¿Quién abrió la reja?
«Para entrar y salir de donde vivía» -dice Verónica- «por las noches había un guardián que abría y cerraba la reja, él también ha declarado que ese día ni a la medianoche ni durante ninguna hora de la madrugada le abrió la puerta a Gengir para que pudiese abandonar el lugar». Todo indica, que la declaración del guardián tampoco habría sido tomada en cuenta ni por la investigación del fiscal, ni por la jueza Viscarra Chuma.

Denuncia por la violación de la niña
La ley 30838 para fortalecer la prevención y la lucha contra los delitos sexuales, modificó algunos artículo del Código Penal, entre ellos el 173, estableciendo pena de cadena perpetua para los violadores sexuales de niñas y niños menores de 14 años de edad. Así las cosas, Gengir Morales Calderón, de ser hallado culpable de la violación sexual de la hija de su expareja sería condenado a cadena perpetua.
Veronica y Gengir eran pareja y convivían, en enero de 2019 ella le pidió que se fuera de la casa porque su hija -la supuesta agraviada- se volvió muy rebelde con él. En agosto ella se entera de que su hija habría sido violada por su padrastro, el resto es parte de la trama desgranada en esta nota. El proceso de violación de esta niña está detenido, la investigación fiscal ya concluyó y desde el 24 de junio de 2021 se espera fecha para la audiencia de control de la acusación fiscal.
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La presentación del control de acusación fiscal es la audiencia en la que el fiscal a cargo de la investigación de una denuncia expone ante el juez las pruebas y hechos encontrados. En la cita, el juez debe realizar un análisis acucioso de todo lo recabado por el fiscal para decidir si abre juicio o no.
Fiscal con historia
Wils González Morales, fiscal del 2º Despacho de la Segunda Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Agustino, a cargo de la denuncia de Gengir Morales contra su expareja fue investigado en 2015 por la Oficina Desconcentrada de Control Interno de la Fiscalía del Callao por presuntos delitos contra la administración pública, omisión de denuncia y encubrimiento por investigar al gobernador de esa jurisdicción, Félix Moreno, por un desalojo ilegal en el fundo Oquendo de Ventanilla.
En 2017 fue investigado por la Fiscalía Suprema de Control Interno del Ministerio Público por inconducta funcional en el desempeño de sus funciones como fiscal a cargo de la Fiscalía Provincial Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios del Callao por presuntamente por haber cometido irregularidades en el archivo de procesos seguidos contra Félix Moreno y sus funcionarios.
Uno de los casos contra Moreno archivado por el fiscal es el del proceso por la venta ilegal de terrenos del Fundo Oquendo. Similar actuación tuvo en la investigación por la construcción de un spa en el interior del Cuartel General del Ejército, pagado con dinero de la Región Callao. Wils Gonzáles tuvo a su cargo, durante varios años, los procesos más fuertes vinculados al ex gobernador, quien según el Ministerio Público causó al Estado un perjuicio económico de aproximadamente 96,5 millones de soles.
¿Lawfare o justicia?
Verónica no es la primera mujer que denuncia un caso de violencia de género y luego es denunciada por el imputado, en teleoLeo.com se pueden leer varios casos en los que las mujeres se han visto envueltas en una maraña de procesos que han acabado, incluso, quitándoles las custodias de sus hijos y entregándoselas a sus maltratadores. ¿Estaremos ante un caso similar? Esperemos que la justicia, que se supone ciega por imparcial, sepa encontrar la verdad sin revictimizar a otra denunciante.
Gengir Morales Calderón se encuentra prófugo de la justicia, en agosto de 2020 la justicia le impusó 9 meses de prisión preventiva por la supuesta violación de la hija de su expareja. ¿Será la justicia tan laxa con Verónica, madre soltera de 5 hijos que dependen de su trabajo para poder subsistir?
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