Esta nota forma parte de una serie de notas y testimonios sobre violencia vicaria realizadas por teleoLeo.com para evidenciar las distintas formas de esta lacra que tiene como objetivo: controlar, reeducar y castigar a «la desobediente», la que dijo basta a su victimario
Texto y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand
«Yo fui a pedir ayuda a las instituciones que en mi país, Argentina, están a cargo de la protección de los niños y ellos han permitido que su padre me lo quite. No puedo más, nunca me había separado de mi hijo, yo no sé que le están diciendo desde hace más de medio año. Me han privado de cuidarlo, de leerle sus cuentos, de arroparlo para dormir, de escuchar sus cositas; mi hijo es un niño muy dulce y no sé cómo está».
Marisol Crauchuk sabe bien lo que es la violencia vicaria, ella la vive cada día desde hace más de dos décadas. «El padre de mis hijos con quien conviví 18 años, primero puso a mi hijo mayor en contra mía diciéndole que estoy loca y en julio de 2021 se llevó a mi hijo pequeño, me lo arrebató de la clínica donde se recuperaba de una crisis muy fuerte provocada por él mismo, por su constante mal humor y por sus exigencias absurdas a mi pequeño de tan sólo 8 años de edad».
Desde julio de 2021 Marisol Crauchuk no puede ver a su hijo menor, con el mayor no tiene contacto desde hace 4 años. «Al más grande el padre lo adiestró para que me controlara, debía pedirle a él el dinero para la compra, incluso permiso para coger el auto y yo dije basta a la relación cuando mi hijo pequeño con tan sólo 5 años comenzó a repetir los insultos de su padre llamándome loca y gorda».
Pero Marisol, a peser de la violencia que dice haber vivido durante la mayor parte de su matrimonio, nunca pudo presentar denuncia formal y no porque no lo intentara, sino porque cuando iba hacerlo la policía la mandaba de regreso a su casa. «Yo, en el pasado, intenté denunciar la violencia física, psicológica y sexual que sufría a manos del padre de mis hijos, pero en la comisaría nunca me hicieron caso porque no llevaba moretones, ni heridas visibles, así que aguanté hasta que ya no pude»
Marisol fue una de las primeras militares profesionales de su país, pero ninguna mujer por más profesional y por más militar que sea, está preparada para la devastación que puede causar en ella la violencia de género. «De los 18 años que estuve casada, 14 fui maltratada, física, psicológica y sexualmente. Yo intenté ser una buena esposa, pero no era suficiente. Perdí 30 kilos de peso por todo lo que viví. Yo sólo quería ser cuidar a mis hijos, pero mi expareja no me dejo, antes, ahora tampoco».
TeleoLeo.com recogió el testimonio de Marisol Crauchuk, quien no ve a su hijo desde el mes de julio de 2021 cuando su expareja se lo llevó del hospital donde estaba ingresado por una crisis nerviosa, según dice ella, a causa de que su padre se enfado porque no llevaba el pantalón del uniforme del colegio. «Yo misma le dije al padre que debía arreglarlo, pero igual la tomó con mi hijo y cuando volvió a casa intentó ahorcarse con la bufanda, por eso lo interné y esa no fue la primera crisis que mi hijo ha tenido por su culpa y es a él a quien se lo han entregado».
«He pasado todos los exámenes y los resultados me son favorables, he hecho todo lo que la justicia me ha dicho que haga, he cumplido con todo, sin embargo, sigo separada de mi hijo, sigo sin poder ni siquiera hablar con él. Él es muy chiquito, me necesita, yo no quiero impedir una relación con su padre, pero tampoco quiero que me lo quiten y que encima quienes se supone deben de proteger mis derechos como madre no lo hagan. ¿No he sufrido ya bastante?», dice Marisol.
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Testimonios
Dolor desde las entrañas
TeleoLeo.com ha recogido el testimonio de madres víctimas de violencia vicaria, ellas han sido separadas de sus hijos y luchan no sólo contra el hombre que un día las maltrató, además luchan contra el sistema judicial que no las ampara, las revictimiza y favorece a su victimario con sus decisiones
Sabrina Rodríguez, es peruana, ella denuncia ser víctima de violencia de género desde 2012. En 2019 denunció a su expareja, padre de su hija -a la que no ha reconocido, ni paga manutención-. En 2020 él la denuncia por violencia psicológica contra su hija. Ella teme que él cumpla su amenaza de quitársela.
«Él está instrumentalizando a mi hija para seguir haciéndome daño. Desde que estaba embarazada me decía que su tía cuidaría mejor de ella porque yo estaba loca y que era fea y que mi hija también sería fea»…
Vídeo testimonio completo de Sabrina Rodríguez…
Natalia Breso, es argentina, ella emigró a Perú, tuvo una hija y desde hace 4 años lucha por recuperar su custodia; mientras tanto -afirma- el padre sólo permite conversaciones con la niña, una vez por semana, vía Skype.
«Él me dijo que del Perú no me iría si él no quería y me castigó quitándome a mi hija porque me fui. Me denunció, me quitó a mi hija y los últimos 4 años no ha hecho más que abrirme procesos»…
Vídeo entrevista completa a Natalia Breso…
Maria Fernanda García, es colombiana, desde hace más de un año lucha por recuperar a sus hijos. En 2019 la pandemia la obligó a quedarse en casa para cuidarlos, en 2020 se separó por ser víctima de violencia de género, cuando tuvo que volver a trabajar permitió que el padre se llevará a los niños para ver a su familia; ya no se los devolvió.
«Denuncié a mi expareja por violencia, luego de ser revictimizada por el sistema, lo imputaron por violencia intrafamiliar agravada por golpearme durante la gestación y el postparto. Ahora él tiene la custodia provisional de mis hijos y en un año sólo he podido estar con ellos un mes»…
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