Esta nota forma parte de una serie de notas y testimonios sobre violencia vicaria realizadas por teleoLeo.com para evidenciar las distintas formas de esta lacra que tiene como objetivo: controlar, reeducar y castigar a «la desobediente», la que dijo basta a su victimario
Texto y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand
Ella emigró a Perú, se separó de su pareja, volvió a su país, tuvo una hija, se reconcilió, volvió a Perú, se volvió a separar; sin documentación, sin trabajo y, según afirma, con las pensiones no pagadas por su hija tuvo que volver a su país, el padre de la niña la denunció y su hija fue devuelta al Perú. Desde hace 4 años lucha por recuperar su custodia
«Él me dijo que del Perú no me iría si él no quería y me castigó quitándome a mi hija porque me fui, me denunció y los últimos 4 años de mi vida no ha hecho más que abrirme procesos». Natalia Breso es integrante del colectivo Mujeres Migrantes Maltratadas creado en Perú por Inés Agressot, mujer colombiana que como Natalia tuvo una hija con un peruano y eso la ató al territorio.
Las integrantes del colectivo Mujeres Migrantes Maltratadas tienen, casi todas, una historia de violencia vicaria que han explicado a teleoLeo.com. Ellas siendo víctimas de violencia de género y sin tener derecho a residencia se ven pauperizadas y vejadas para no perder a sus hijos. Natalia se rebeló a ese designio, quiso una mejor vida para ella y para su hija y una maraña de procesos judiciales a los que no puede responder por falta de recursos económicos, la mantienen separada de ella.
«Yo intenté llegar a un acuerdo con el padre de mi hija para salir del Perú después de terminar nuestra relación, pero él, a pesar, de que no pagaba la pensión y de que yo no tenía como mantenerme en Perú, ni tenía familia allí ni documentos para poder trabajar, no permitió que llegásemos a un acuerdo para tener una custodia compartida de la niña, como pasa con otras parejas de diferentes nacionalidades. Él no quería que yo me fuese, «desobedecí» y me castigó».
Leer más: Natalia Breso en teleoLeo.com
Desde Argentina Natalia afirma que siguió intentando llegar a un acuerdo con el padre de su hija, pero tampoco funcionó. «Desde mi país seguí hablando con él, pero nada, luego me mudé a Bélgica, el padre de mi hija siempre supo donde estábamos, es más, yo lo invité para que nos visite, fue, estuvo con ella y luego me denunció por sustracción parental. Mi hija fue devuelta a Perú y desde hace cuatro años que no la tengo, él sólo me deja hablar con ella una vez por semana, por Skype».
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Testimonios
Dolor desde las entrañas
TeleoLeo.com ha recogido el testimonio de madres víctimas de violencia vicaria, ellas han sido separadas de sus hijos y luchan no sólo contra el hombre que un día las maltrató, además luchan contra el sistema judicial que no las ampara, las revictimiza y favorece a su victimario con sus decisiones

Sabrina Rodríguez, es peruana, ella denuncia ser víctima de violencia de género desde 2012. En 2019 denunció a su expareja, padre de su hija -a la que no ha reconocido, ni paga manutención-. En 2020 él la denuncia por violencia psicológica contra su hija. Ella teme que él cumpla su amenaza de quitársela.
«Él está instrumentalizando a mi hija para seguir haciéndome daño. Desde que estaba embarazada me decía que su tía cuidaría mejor de ella porque yo estaba loca y que era fea y que mi hija también sería fea»…
Vídeo testimonio completo de Sabrina Rodríguez…

Marisol Crauchuk, es argentina, ella no puede ver a su hijo desde julio de 2021, cuando su padre se lo llevó del hospital donde estaba ingresado por una crisis nerviosa. Según afirma, su hijo habrían intentando ahorcarse con la bufanda luego de que su padre lo riñese fuertemente.
o fui a pedir ayuda a las instituciones que en mi país se encargan de la protección de los niños y ellos han permitido que su padre se lo llevé, sin tomar en cuenta que su padre fue el causante de su ingreso»…
Vídeo entrevista completa a Marisol Crauchuk…

Maria Fernanda García, es colombiana, desde hace más de un año lucha por recuperar a sus hijos. En 2019 la pandemia la obligó a quedarse en casa para cuidarlos, en 2020 se separó por ser víctima de violencia de género, cuando tuvo que volver a trabajar permitió que el padre se llevará a los niños para ver a su familia; ya no se los devolvió.
«Denuncié a mi expareja por violencia, luego de ser revictimizada por el sistema, lo imputaron por violencia intrafamiliar agravada por golpearme durante la gestación y el postparto. Ahora él tiene la custodia provisional de mis hijos y en un año sólo he podido estar con ellos un mes»…
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