Texto y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand
Ella denunció por violencia psicológica y física a John Gustavo Huertas Arias, su pareja hasta 2019, y la justicia peruana estaría a punto de archivar por tercera vez el caso. También lo denunció por violar las medidas de protección que le concedieron en su contra. Pero para la fiscalia no hay suficientes pruebas para acusar a Huertas Arias, quien trabaja como asistente de la función fiscal de la fiscalía del Santa en región Ancash, en Perú. Trabajando en el lugar desde donde se han archivado las denuncias dos veces: ¿Serán casuales los archivos?
Cada vez que se habla de violencia de género y de como combatirla, todas y todos nos indignamos, son varias las voces que desde la institucionalidad y desde la sociedad manejan el discurso de que si las mujeres no denuncian a sus agresores todas y todos perdemos, sin embargo, este discurso queda vacío de contenido cuando desde los operadores de justicia no se comprometen con la ley ni con la legalidad de sus actos.
En Perú según cifras de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) elaborada por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), el 7% de las mujeres de entre 15 y 49 años que mantenían una relación, fueron agredidas físicamente por sus parejas, lo más revelador es saber que el 70,7% nunca acudió a ninguna institución en busca de ningún tipo de ayuda.
Y es que, como ahora ella lo sabe, el proceso de denuncia es doloroso, pues viene acompañado de estigma, de exposición, de reproche social y de abandono pues las instituciones a cargo de la protección y de la lucha contra la violencia de género no siempre están a la altura y los casos acaban archivándose y ellas con su dolor y su vergüenza a cuestas terminan pensando que lo peor que hicieron fue denunciar.
Ella está cansada, se cuestiona si aún debe continuar con la publicación de su caso: «De qué sirve si ya le han dicho a mi abogado que lo van a volver a archivar, sólo estamos esperando la citación a la próxima audiencia, pero no pasará nada, como en muchos otros casos donde las mujeres denunciamos. Nos dicen mentirosas, que queremos perjudicar a nuestros agresores, todo esto es muy desgastante y para nada», dice a teleoLeo.com.
Denuncia policial
En mayo de 2019, ella denunció a John Gustavo Huertas Arias, su entonces pareja, veían juntos una película en casa del padre de ella y en un momento determinado él comenzó a gritarla, a insultarla y a humillarla por su condición médica, pues sufre esclerosis. Luego de denigrarla «le dio una bofetada y se abalanzó sobre ella e intentando ahorcarla, ella forcejeó, se soltó y le dijo que se vaya de la casa, «peores cosas has perdonado, no vas a perdonar esto, le dijo», detalla el parte policial.

Según el parte policial, ella habría sido víctima de violencia psicológica y física, sin embargo, debería de decir, víctima de intento de feminicidio y de violencia psicológica, parece que la policía no tiene claro que cuando a alguien lo ahorcan la consecuencia es la pérdida de la vida. Ella no fue asesinada porque logró zafarse de su agresor.
Sólo violencia psicológica
«Como no me quedaron marcas, al final la fiscalía sólo lo investigó por maltrato psicológico. Como en el examen psicológico me encontraron afecta el maltrato sufrido me mandaron terapia, pero él en todo momento dijo que yo mentía y pidió que me volviesen a realizar el examen psicológico porque, según él, todo era falso; sin embargo, él nunca ha pasado ese examen, nunca tenía tiempo», asegura ella.
Billy Valderrama Miranda de la 2ª Fiscalía Provincial de Nuevo Chimbote fue el primer fiscal en archivar el caso y lo hizo porque «no había pruebas suficientes». Sin embargo, cuando ella denunció a Huertas Arias, él no le escribe enfadado, reacción que sería normal en alguien acusado falsamante, le escribe preocupado porque puede perder su trabajo y, además, según ella misma le contesta: «Haz vuelto conmigo sólo para que retire la denuncia».

El caso fue reabierto cuando ella presentó varias conversaciones de whatsapp en las que Huertas Arias la habría insultado y denigrado por su condición de mujer.


En abril de 2022 la 1ª Fiscalía Provincial Penal de Chimbote, a cargo de la fiscal Liiena Avendaño Amado, dispuso la conclusión de la investigación preparatoria y nuevo archivo del caso porque concluido el plazo el Ministerio Público no formuló acusación, o sea, en la segunda oportunidad el caso no prosperó no por inocencia sino por negligencia.

Medidas de alejamiento violadas
La denuncia por intentó de ahorcamiento y por violencia psicológica no ha sido la única que ella ha presentado en contra de Huertas Arias, también lo denunció en agosto de 2019 por no respetar las medidas de protección que tenía en su contra, la denuncia en la que ella afirmaba que esta no era la primera vez que Huertas Arias violaba las medida de protección fue remitida al fiscal Magin Arevalo Minchola de la 1ª Fiscalía Provincial Penal Corporativa del Santa.
«Yo estaba de compras en un centro comercial con mi padre, íbamos caminando, él iba unos metros más adelante, yo iba mirando el celular y John se me acercó, me saludó y como no le respondía, molesto me preguntó si no lo iba a saludar y comenzó a insultarme porque no le decía nada, cuando mi padre se dio cuenta se acercó y él le dijo que quería hablar a solas conmigo; sólo se fue cuando comencé a grabarlo», aseguró ella en su denuncia y en la entrevista concedida a teleoLeo.com.


La denunciante de John Huertas Arias, el asistente de fiscalia, está muy decepcionada de la justicia, está muy enfadada porque su caso no ha avanzado, según cree, «porque él trabaja allí». Ella siente que ha sido revictimizada por el Ministerio Público que, a pesar, de las pruebas presentadas; a pesar, de la violación de las medidas de protección; a pesar, de la afectación psicológica referida; no ha encontrado justicia. Así lo manifestó en entrevista concedida a teleoLeo.com
Requisitos para la violencia de género
Según Sofía Rivas La Madrid, fiscal penal especializada en delitos de violencia contra la mujer y el grupo familiar, en ponencia en la sesión plenaria del XI Pleno Jurisdiccional Supremo en materia Penal de la Corte Suprema, señaló que para configurarse un delito de violencia de género se requiere necesariamente la configuración de cinco requisitos:
- i) Verticalidad, esto es, el sometimiento de la agraviada en una situación de manifiesta dependencia;
- ii) Destrucción o anulación de la voluntad de la agraviada para adecuarla a los estereotipos patriarcales;
- iii) Ciclicidad, esto es que los hechos se produzcan en el contexto periódico de violencia y “cariño”, que condiciona una “trampa psicológica” en la agraviada;
- iv) Progresividad, esto es, el contexto de violencia es expansivo, y puede terminar con la muerte de la agraviada; y,
- v) Riesgo de la agraviada, pues es vulnerable en esa situación.
Las denuncias presentadas por la expareja de John Huertas Arias contarían con todos estos requisitos, ello se desprende de la descripción de los hechos declarados ante la policía y ante la fiscalía. De las capturas de pantalla se desprende lo mismo, sin embargo, ella sigue sin obtener justicia y siente que no hay nada que pueda hacer para que eso cambie y que talvez no tenía que haber denunciado. Esto no lo podemos permitir, no se puede decir a las mujeres que deben denunciar para detener la cadena de maltrato y cuando lo hacen, no hacerles caso.
