Peruana procesada en México por llevar harina y hoja de coca: Consulado peruano no exige a ese país que cumpla con los convenios firmados

Texto y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand, Periodista/

«Estoy a la espera de la próxima audiencia que será el 25 de noviembre. Según la abogada de la defensa pública allí se decidirá si puedo tener un proceso rápido o si voy a juicio. Si el fiscal acepta el proceso rápido significa que tendría que aceptar haber cometido un delito al intentar ingresar harina y hoja de coca a México. Si opto por ir a juicio se iniciaría un proceso en el que investigarían si la hoja de coca que traje es la que se usa para hacer cocaína».

Rocío Mora Ferre fue detenida el 20 de octubre en el aeropuerto de Cancún cuando un revisor encontró en su equipaje harina y hoja de coca, legales en Perú, Bolivia, Argentina y Colombia, pero ilegales en México. Ella sólo llevaba dos kilos y medio de hoja y, sea la que sea, se necesitan 125 kilos para hacer un kilo de cocaína; por eso, el proceso en el que la justicia mexicana intenta meterla con calzador para demostrar eficiencia en su lucha contra el narcotráfico sólo se puede tildar de rocambolesco, surrealista y absurdo.

«Para que llevó harina y hoja de coca a México si allá son ilegales», es lo que algunas y algunos dirán, sin embargo:

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Además…

México es país firmante de pactos internacionales en los que se compromete a respetar los usos y costumbres de otros países. Y recordemos que los pactos y convenios se firman entre Estados y/o entre Estado y sujetos de derecho internacional y tienen el valor de leyes supranacionales de obligado cumplimiento.

Convención de las Naciones Unidas contra el tráfico ilícito de drogas narcóticas y sustancias psicotrópicas de 1988, ratificada por México, hace referencia al respeto a los DD. HH. y a los usos lícitos tradicionales de las plantas que, según la OMS y la ONU, contengan estupefacientes o sustancias psicotrópicas, como la hoja del coca o las plantas de cannabis.

Artículo 14:

Sin embargo….

A pesar de esta Convención a la que México está sujeto, la defensa otorgada a Rocío Mora sólo se basó en el enfoque de género dejando de lado el enfoque de DD.HH. Si bien es cierto, ella es una persona en estado de vulnerabilidad por ser mujer, por haber sido detenida en un país extranjero y porque, además, es una gestante y con un embarazo complicado por tener placenta previa, su abogada también debió utilizar este recurso, el único que la podría librar de la pesadilla que está viviendo.

En la defensa de Rocío Mora también ha fallado el Consulado General De Perú en México. Desde las primeras comunicaciones con su familia, en Perú, les manifestaron que Mora había cometido un delito y, a pesar, de que su madre les dijo que en la prisión no le estaban proporcionando ni la atención ni la alimentación que requería, no fueron a visitarla para verificar su estado y las condiciones de su reclusión.

Teléfono malogrado entre embajada y consulado

El 26 de octubre teleoLeo.com se puso en contacto directo con el embajador de Perú en México, Manuel Talavera, para conocer sus gestiones, él contestó que la cónsul general, Milagros Miranda, estaba a cargo y que ella nos informaría, nos pusimos en contacto con ella: «No estoy autorizada a dar declaraciones a la prensa. Sólo puedo decirle que como en todos los casos de peruanos detenidos, el Consulado General se encarga de dar asistencia humanitaria y la asesoría legal. No tenemos competencia para asumir su representación legal» -contestó.

Sin embargo, según la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares, en su artículo 5, señala que entre las funciones del cónsul está la de representar a los nacionales de su Estado a fin de que se vele por «la preservación de los derechos e intereses de esos nacionales cuando, por estar ausentes o por cualquier otra causa, no puedan defenderlos oportunamente».

Audiencias fallidas

En la primera audiencia celebrada 24 horas después de la detención de Rocío Mora, el consulado no estuvo presente, esto podría deberse a que el fiscal a cargo del caso, si bien es cierto -según asegura Rocío Mora- en un primer momento le comunicó que podía llamar a su consulado, luego le dijo que no era necesario.

Sin embargo, en la segunda audiencia, Miranda debió exigir la libertad de Rocío Mora Ferré alegando detención ilegal porque, aunque la Ley de Salud de México diga que la coca y todos sus derivados son ilegales, según el Convenio de 1988, ya mencionado, está obligado a juzgar estas situaciones con enfoque de DD.HH. respetando los usos y costumbres ancestrales.

Además, según el documento denominado «Tratados de fiscalización internacional de drogas», entre los cuales se cuenta la «Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes enmendada por el Protocolo de 1972 de Modificación de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes» firmada por México en 1967, se castiga penalmente el tráfico de drogas, pero no su consumo que debe ser motivo de rehabilitación.

En el caso de Rocío Mora no se cumple ninguno de esos supuestos, ella no llevaba droga, llevaba productos legales en Perú y, tampoco se trata de una adicta a una sustancia peligrosa, pues lo que llevaba eran harina y hoja de coca, productos que no generan dependencia, además, ella cuenta con receta de su obstetra que justifica su consumo.

«Recién un día antes de la segunda audiencia un abogado del consulado se comunicó conmigo y me dijo que estaría presente, pero no participó, no dijo nada; el juez varias veces le preguntó si quería intervenir, si tenía algo que decir y contestó que no, que él sólo estaba allí para ver que la audiencia se llevase de manera correcta», señala Roció Mora.

No se entiende que desde el consulado no se represente de manera debida a los connacionales y que en este caso, además, no se defiendan los usos y costumbres ancestrales de nuestro país

Entrevista

Tras su liberación, Rocío Mora Ferré, en entrevista con teleoLeo.com ha explicado todo lo ocurrido, desde que piso suelo mexicano hasta la condiciones de su detención que la hicieron estar muy preocupada por su embarazo.

«Me encerraron en el CERESO de Cancún, que es una prisión hiperpoblada de mujeres». «[…] pedí ver a la doctora porque al día siguiente tenía visita de mi pareja y tengo una dieta especial, pero me dijeron que la doctora no estaba y para que me llevasen algo debía aprobarlo un comité». Rocío Mora padece anemia, situación que también complica su embarazo y razón por la cual su obstetra le ha dado una dieta especial y le ha prescrito el consumo de harina y hoja de coca.

«Dos días después desperté con dolores y punzadas en el útero, volví a pedir que me viera la doctora y me volvieron a decir que no estaba, recién por la noche me vio un médico sin ningún instrumental para revisar si todo iba bien y otra vez me dijo que había que hacer una solicitud y que en ese lugar, a veces, tenías que desangrarte para que te atiendan; y claro, eso era lo que yo no quería» -agrega.

Revictimización nivel consulado

Rocío Mora Ferré también explicó a teleoLeo.com que el trato de la cónsul Milagros Miranda ha sido revictimizante desde que se comunicó con ella: «Me dijo que si mi embarazo es de riesgo cómo es que me subo en un avión, me repitió lo mismo que le dijo a mi familia, que yo había cometido un delito y hasta cuestionó que me haya embarazado».

Tras la nota publicada por teleoLeo.com y habiendo conocido las falencias de su defensa por parte del consulado, Rocío Mora se puso nuevamente en contacto con la cónsul Milagros Miranda y su respuesta -carente de toda empatía a pesar de la grave situación por la que atraviesa esta conciudadana- fue que el consulado ya había hecho por ella todo lo que tenía que hacer e implícitamente le decía que no se comunicase con ella si no con el abogado que le habían asignado para asesorarla.

Vicecancillería no responde

El 4 de noviembre, teleoLeo.com envió un mail a la vicecanciller, Ana Cecilia Gervasi, ya que es ella la que está al mando de los consulados peruanos, para pedirle información sobre el caso de Rocío Mora Ferré y aún no hemos recibido respuesta. Dejo por aquí copia de la comunicación.

#JusticiaParaRocío

A Rocío Mora Ferré la esperan en Perú dos niños pequeños por eso y porque no ha cometido delito ella no debe ser sometida a leyes mexicanas, arbitrarias en este caso, porque no cumplen con los parámetros internacionales y más arbitrarias porque pretenden que tanto aceptando culpas como yendo a juicio, Mora -además de pagar multa- no pueda abandonar México durante los próximo 4 años.

La Cancillería peruana ya ha recibido la primera nota publicada en teleoLeo.com sobre este caso, es de esperarse que a partir de ahora tanto el canciller, Cesar Landa; como la vicecanciller, Ana Cecilia Gervasi; trabajen para que en respeto a los DD. HH y a nuestros usos y costumbres, la justicia mexicana abdique a la pretensión de juzgar a nuestra compatriota y la deje libre para desplazarse cuando y como desee.

Rocío Mora no es la única peruana con causa abierta en México por haber llevado harina u hoja de coca, por eso mismo es tan importante la resolución favorable de su caso pues sentaría jurisprudencia en ese país para la libertad de los demás compatriotas.

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