Violencia vicaria y violencia institucional: Sin dinero, sin trabajo y sin techo; su exesposo y familia quieren arrebatarle a sus hijos y el MIMP no le da refugio [VIDEO]

Enmarañar en procesos judiciales a mujeres vulnerables para desposeerlas de sus hijos es práctica usual en separaciones conflictivas, eso es violencia vicaria. Que las instituciones no las protejan ni las apoyen, eso es violencia institucional. Es el caso de Ruth, ella y sus hijos sobreviven en total precariedad mientras su expareja, sabiendo que desde el 14 de abril están en la calle, recién ha hecho el primer pago de la pensión el día 29

Texto, investigación y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand/ Periodista especializada en violencia de género y violencia estructural

«La madre de mi esposo dice que me ha denunciado por «pepear» a su hijo y lo único que hizo mi hijo mayor es darle una pastilla a su padre porque, cuando vino de visita, a nuestro cuarto, estaba mal de la garganta. Yo ya no sé de qué más me van a denunciar, desde el día que me votaron de la casa de mi exsuegra no han parado. Lo único que quieren es quitarme a mis hijos, dicen que con ellos mis hijos tendrían lo que yo no les puedo dar».

El domingo 2 de abril, Víctor Saenz Coronado fue a ver a sus hijos al cuarto donde vivían con su aún esposa, Ruth Salazar Paz. Ese día no salió con los niños porque tenían deberes y él estaba resfriado y con dolor de garganta. Según declaró su hijo mayor, de 10 años de edad, en la pericia psicológica que le practicó el CEM de Condevilla el 6 de abril, le dieron una pastilla que su madre le da a él y a su hermano cuando están mal.

«La última vez que vimos a mi papa, fue el domingo 2 de abril, no salimos a pasear porque teníamos tareas y porque estaba enfermo, él llegó por la mañana y lo invitamos a desayunar, pero le dolía mucho la garganta y le dimos prednisona, que es la pastilla que mi mamá nos da cuando estamos mal, y se le calmó la tos», dijo el niño en el examen.

Esa noche Víctor se quedó a dormir y al día siguiente, luego de discutir con Ruth, se fue; unas horas después su madre, Teresa Coronado, y otro de sus hijos fueron hasta el cuarto de Ruth para recoger los anteojos que Víctor se había dejado. Al respecto, en la prueba del CEM, el niño dijo que cuando su abuela y su tío fueron su madre no estaba y su abuela se puso a grabar, tras eso los habría denunciado. Ruth aseguró a teleoLeo.com que aún no han sido notificada de esta denuncia.

Desde el 2 de abril Víctor Saenz Coronado ha suspendido las visitas a sus hijos. «Mis hijos lo extrañan, lloran, no entienden por qué su papá ni los llama, es más, luego de que nos denunciaron porque según su madre, lo ‘pepeamos’, lo vimos que estaba en una tienda con su madre, él vio a mis hijos y no los saludó; mis hijos se sorprendieron por el comportamiento de su padre y se pusieron muy tristes».

Sin embargo, según explicó Ruth a teleoLeo.com, el 10 de abril los hermanos de Víctor, Karim y Gustavo Saenz Coronado, «fueron al colegio de su hijos, Fe y Alegría Nro 2, a pedir ver a los niños, querían llevárselos a hacer un vídeo porque yo había envenenado a su papá y le fueron a hablar a la directora y por eso mis hijos no quisieron ir durante una semana al colegio por temor a que vuelvan a ir y se los lleven».

El examen psicológico fue practicado a los hijos de Ruth, luego que el 5 de abril Víctor la denunciara por maltrato físico y psicológico contra sus hijos. Él también está pidiendo ser el titular de la custodia de sus hijos

Pericia psicológica: Ruth, 1; Víctor, 0

En la pericia psicológica no se pudo comprobar el maltrato psicológico ni físico denunciado por Víctor, pues ambos niños dijeron que tanto su madre como su padre siempre los han tratado de manera respetuosa y afectuosa

«¿A cuál de tus padres le tienes más miedo?», le preguntaron al niño mayor en la prueba: «A ninguno de los dos, cuando estábamos los 4 éramos felices» […] «mi papá nunca nos ha hablado mal, mi mamá tampoco no nos grita ni nos pega, sólo nos llama la atención si hacemos travesuras».

Sólo el menor de ellos, a la misma pregunta contestó: «[…] ahora a veces me da miedo mi papá porque está así medio gritón con mi mamá».

En la prueba ambos niños señalaron que los conflictos importantes entre sus padres surgieron a partir de mudarse a casa de la abuela paterna.

«A la fecha no hay presencia de afectación psicológica que guarde relación con los presuntos hechos denunciados»,

Conclusión de la prueba psicológica practicada a los hijos de Ruth y Víctor.

Es decir, las declaraciones de los niños desmienten la denuncia de maltrato físico y psicológico interpuesta en contra de Ruth, por su aún esposo. También desmentiría la denuncia posterior -23 de marzo- interpuesta por la abuela paterna en contra de ambos progenitores.

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«Éramos una familia»

«Mi esposo, mis hijos y yo éramos una familia, nos apoyábamos en todo, compartíamos todo; pero desde que fuimos a vivir a casa de su madre las cosas comenzaron a ir mal, hasta la noche en que sin ningún miramiento me botaron y me dijeron que podía dejar a mis hijos, pero eso jamás. A mis hijos los cuido yo, soy su madre y para eso estoy».

La parte más cruenta de la historia de Ruth y Víctor comenzó el 19 de febrero de 2023, cuando ella se presentó en la comisaría de Condevilla para comunicar que abandonaba la casa donde vivía con su esposo y sus hijos desde hacía 4 años. Era el domicilio de su suegra y ella y dos de sus cuñados la echaron a la calle valiéndose, según dijo a teleoLeo.com, de insultos y vejaciones, por ello, los denunció por violencia psicológica.

«Yo estoy sola, no tengo familia, sólo tengo una hermana pero ni la veo y ellos lo saben, mi esposo lo sabe. Tampoco tengo trabajo estable, cómo podría cuidar a mis hijos si lo tuviera. Con mi esposo teníamos un negocio de venta de útiles escolares y los he continuado vendiendo, aunque no tanto como antes; también he limpiado casas y he sido ambulante. Yo siempre he hecho de todo por nuestra familia y ahora hago y haré lo que sea por mis hijos, porque de ellos no me separo».

Violencias pasadas no reparadas

El 19 de marzo de 2022 Víctor fue denunciado por Ruth por presunta violencia psicológica; según lo relatado por ella en la denuncia, discutieron y él la insultó con palabras soeces, «como ya lo ha hecho en anteriores oportunidades», según quedó constancia en las medidas de protección otorgadas a Ruth. Convencida por Víctor y su madre ella desistió de la denuncia y esta fue archivada en enero de 2023: «Un mes después me votaron a la calle con mis hijos», dijo a teleoLeo.com.

Vídeo entrevista a Ruth Salazar

Sin respuesta

teleoLeo.com intentó obtener la versión de Víctor Saenz Coronado respecto a todo lo dicho por su expareja, en un primer momento él aceptó, pero luego nunca contestó para coordinar la entrevista.

Al sol y sereno, y sin manutención

A partir de ese día, Ruth y sus hijos, de 10 y 7 años de edad pasaron los días en un parque y la noche donde les dieron cobijo. Días después ella pudo alquilar un pequeño cuarto y comenzó a vender los útiles escolares que le quedaban, además, en vista de la situación y de su precariedad, el 24 de febrero interpuso una demanda de alimentos y régimen de visitas.

Además de la demanda de alimentos, Ruth solicitó conciliar a través de la DEMUNA de San Martín de Porres porque, según afirma, había llegado a un acuerdo con Víctor, pero él no acudió a la primera cita, tampoco a su reprogramación.

«Yo solicité la conciliación porque habíamos hablado y habíamos llegado a un acuerdo, pero nunca asistió y luego vino un día y me dijo, «estás frita pescadita, sólo vas a tener lo que diga la demanda de alimentos»», asegura Ruth.

Ruth en la demanda judicial de alimentos pedía como pensión el 60% del sueldo de su exesposo: 50% para sus hijos y 10% para ella pues no puede trabajar a tiempo completo porque sus hijos son pequeños y debe cuidarlos, además debido a las denuncias interpuestas en su contra registra antecedentes y no puede buscar un trabajo formal. Según la sentencia Víctor sólo debe pagar el 50% de su sueldo, pero él no está de acuerdo y ha apelado.

Ruth tampoco está conforme con el resultado de la demanda porque, según afirma, él ha declarado un ingreso menor de lo que percibe: «Ha dicho que gana 1200 soles, pero lo mínimo que cobra son 1800 porque, además del sueldo le pagan desplazamientos, también recibe utilidades, bono escolar, y soy yo la que he tenido que pagar todo lo del colegio de mis hijos. Además, recibe una propina mensual de sus tíos que viven fuera».

Este 29 de abril, Víctor ha hecho el primer pago de la pensión de alimentos y se lo ha hecho saber a Ruth a través de un mensaje a su hijo de 10 años, también le dijo que si querían podían verse, pero que no estuviesen diciéndole a sus conocidos que su papá no los veía y que no tenían donde dormir porque si no estaban con él era porque se habían querido ir con su madre y que no le pidan que los lleve a un hotel porque el dinero que le queda es para poder mantenerse.

Gastos

Según Ruth, desde que está sola con sus hijos entre matrícula de colegio, uniformes escolares, útiles, medicinas, vivienda, luz y agua, sin contar alimentos, ha gastado más de 2.5000 soles y durante todo este tiempo dice que Víctor sólo le ha dado 675 soles: «Me dio s/100.00 la primera quincena marzo, s/461.00 a final de mes y s/114.00 la quincena abril».

Antes de comenzar el curso escolar Ruth recibió varios mensajes de sus cuñados

La inquirían sobre la matrícula escolar de sus hijos y le decían que su esposo no le iba a dar más dinero que el de la pensión (que aún no había sido estipulada), que les pasase los gastos de los niños y que ellos se encargarían de hacer los pagos correspondientes: «Pero yo he tenido que pagar todo lo del colegio porque con el dinero que me dio también teníamos que subsistir».

De vuelta a las calles

El 14 de abril Ruth y sus hijos volvieron a la calle porque ya no podía pagar el alquiler del cuarto. La humedad de la ciudad pasó factura en su hijo mayor, quien acabó sin olfato y sin gusto, en el hospital le diagnosticaron COVID, pero sólo lo medicaron y de vuelta a la calle. Hace unos días alguien les dio cobijo, pero tendrán que dejarlo porque a cambio del techo Ruth debe hacer las tareas del hogar y dice que no le queda tiempo para buscar trabajo y juntar dinero para poder pagar un alquiler.

«Un hermano de una iglesia nos ha acogido, hemos estado casi una semana en la calle, pero pronto vamos a tener que volver porque si no, no podré trabajar porque haciendo la labores de la casa donde estoy no me queda tiempo para buscar trabajo. Y el padre, desaparecido, sin hacerse cargo de sus responsabilidades y celebrando su cumpleaños con gran fiesta, mientras a mis hijos les falta de todo, hasta un sitio donde dormir para no estar a la intemperie».

S.O.S: Sin ayuda familiar ni institucional

Debido a sus carencias, Ruth dice que su hijo mayor fue a pedir ayuda a su abuela: «Hace más de un mes mi hijo mayor fue a casa de mi suegra y le pidió que nos deje volver, ella le dijo que él y su hermano podían hacerlo, pero sin mí; mi hijo le dijo que no, que prefería pasar hambre y frío a mi lado. Ellos nunca han querido a mis hijos, nunca les hacían caso y ahora quieren quitármelos».

Ruth también ha dicho a teleoLeo.com que por más que ha pedido ayuda en el CEM de Condevilla, le dijeron que no podían ayudarla por las denuncias que su esposo había interpuesto en contra de ella. Tampoco le ha proporcionado ayuda el MIMP.

«Según Víctor soy una agresora. Él me denuncia reaccionando a mi demanda de alimentos y a la denuncia que puse en contra de su madre y sus hermanos, por los insultos y el acoso y maltrato psicológico, pero soy yo la agresora. También he pedido ayuda al MIMP para que me den una plaza en un albergue de mujeres, pero me han dicho que eso sólo se lo dan a mujeres cuya vida está en riesgo por culpa de sus parejas».

A pesar de estar en la calle con dos niños, de no tener ingresos fijos y de no tener familia que la pueda acoger, para las instituciones encargadas de velar por las mujeres en estado de vulnerabilidad, Ruth no tiene el perfil para recibir ayuda. Aquí se confirma que la violencia vicaria siempre viene acompañada de violencia institucional.

Medidas de protección denegadas

Cuando en febrero de este año Ruth presentó la primera denuncia en contra de su suegra y de sus cuñados, solicitó medidas de protección, pero no se las dieron porque, según la resolución, haberla insultado y botado de casa con dos criaturas, sabiendo que no tenía adonde ir, no significaba que eso la pusiese en peligro y porque la prueba psicológica que le practicaron no reveló que estuviese afectada ni por los supuestos insultos ni por haberse quedado en la calle con sus hijos.

Un mes después, Ruth denunció por maltrato psicológico y también acoso, a uno de sus cuñados, pero la justicia tampoco vio motivo para otorgarle medidas de protección, ni a ella ni a sus hijos. «El 6 de marzo, mi cuñado Cesar Saenz Coronado fue al colegio de mis hijos, dijo ser el responsable de los niños y quería sacarlos para llevarlos a otro colegio».

Tres días después, el 9 de marzo Ruth también habría sufrido otro evento donde también denunciaba a Cesar Saenz: «Yendo al colegio con mi hijo pequeño, vi que mi cuñado, a bordo de un vehículo, nos seguía y lo hizo por varias cuadras». Dos días más tarde, el 11 de marzo, también recibió mensajes en whatsapp: «Eran del número de mi esposo, pero quien escribía era mi cuñada Karim Saenz Coronado, exigía que le entregué a mis hijos. Me amenazó».

A pesar de los insultos, de la persecución y de haber querido cambiar a sus hijos de colegio sin su consentimiento, el juzgado 13° Juzgado de Familia Sub especializado en Violencia contra la Mujer y el Grupo Familiar de la Corte Superior de Lima Norte, dijo que, aunque sus cuñados hayan cometido las acciones denunciadas, no ve violencia contra Ruth ni sus hijos ni ve superioridad, a pesar de que Ruth esté sola frente a ellos. Y por eso no le da medidas de protección ni a ella ni a sus hijos.

Los insultos y acoso, según capturas de pantalla entregadas por Ruth para la petición de medidas de protección y a teleoLeo.com, se vendrían sucediendo desde que ella y sus hijos fueron echados de la casa de su suegra.

Violencia vicaria, la más cruel de las violencias de género y la violencia institucional, su amiga inseparable

Muchos hombres instrumentalizan a sus hijos para hacerle daño a las mujeres tras el fin de la relación, ellos cosifican a sus hijos y los usan para intentar seguir maltratando a la que ya no tienen bajo su control. En su peor expresión los hombres acaban asesinando a sus propios hijos, pero la violencia vicaria también se ejerce secuestrando a los hijos o quitando la custodia y visitas a la madre por la vía legal. No pagar la pensión de alimentos también es violencia vicaria.

En el caso de Ruth, según las pruebas presentadas, la familia de su exesposo estaría tomando acciones concretas para separarla de sus hijos, como ir al colegio a decir que están a cargo de los niños y que los quieren cambiar de centro, o enviarle mensajes en los que se la acosa diciéndole que deje a sus hijos en casa de su exsuegra donde pueden tener una vida sin carencia económicas.

La falta de enfoque de género en las instituciones encargadas de velar por las más vulnerables y de proporcionarles justicia hace que en Perú sólo se reconozca como víctima de violencia de género con derecho a protección total, a la mujer que lleva las marcas del castigo en su cuerpo y cuya vida se encuentra en grave riesgo; sin embargo no todas las mujeres y madres victimizadas por sus parejas están en esta condición. Ruth no está en esta condición, pero necesita un refugio temporal para recomponerse y encaminar su vida para poder cuidar de sus hijos.

Reconocer y legislar contra la violencia vicaria es imperativo

Son poco los países que legislan para combatir la violencia vicaria, en algunos Estados de México ya lo hacen, es más, el 8 de marzo se dio la noticia de que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con la aprobación de la cámara de diputados, había sido reformada para legislar en materia de violencia vicaria.

En España, comunidades autónomas como Catalunya, Galicia y Andalucía incluyen este tipo de violencia en su legislación y en Catalunya, por ejemplo, la sola existencia de una investigación abierta por cualquier tipo de violencia de género suspende la atribución de la guarda y visitas, En todo España sólo se retira tutelas y patria potestad si hay una sentencia de violencia de género o debido al impago de alimentos, en México igual.

Y como la violencia vicaria va acompañada de la violencia institucional, en Catalunya también se ha legislado en contra de esta última y se considera como tal a: «La falta de diligencia debida, cuantitativa y cualitativa, en el abordaje de la violencia machista, si es conocida o promovida por las administraciones o deviene un patrón de discriminación reiterado y estructural, constituye una manifestación de violencia institucional».

Y en el Perucito nuestro de cada día….

En Perú la violencia vicaria es algo de lo que sólo se habla entre afectadas y en algunos medios. En nuestro país los asesinatos de niñas y niños cometidos por sus padres continúan tipificándose como parricidio, cuando el parricidio en su significado exacto es el crimen cometido contra los progenitores. El secuestrar a hijas e hijos para quitárselos a la madre o el no pagar la pensión o el denunciarla sin parar, tampoco es reconocido en ningún juzgado como parte de las violencias infringidas en contra de las mujeres por el hecho de ser.

Invisibilizar la violencia vicaria, no permite abordarla, prevenirla, atenderla cuando ya se manifestó, si en Perú esta contase, Ruth y sus hijos hoy por hoy tendrían amparo institucional o por lo menos podrían exigirlo con todas sus letras. Lamentablemente nos encontramos en un momento de gran oscuridad y estamos retrocediendo en derechos sociales y como siempre las primeras afectadas somos las mujeres y las y los más vulnerables y contra esto también hay que remangarse y luchar.

¿Ayuda que no ayuda?

Dejo por aquí el número de la línea a la que hay que llamar para pedir ayuda en caso de ser una mujer víctima de violencia de género, sin embargo, no dejo de pensar que colocarlo es un acto de pura formalidad pues recordemos que la viceministra del MIMP, Silvia Loli, cuestionada por la falta de efectividad de la línea dijo: “Nadie te salva la vida por teléfono”.

La frase fue ponderada por la ministra Nancy Tolentino, sin embargo, las palabras no bastan. Coloco el número esperando que ya se estén tomando las medidas necesarias para que el MIMP sí salve vidas por teléfono, porque para eso están los números de emergencia, si no que se lo pregunten al famosísimo 911.

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