La visibilización del acoso, hostigamiento, uso de su imagen, divulgación de información personal, e incluso el envío de alimentos para perros a su casa, ha ayudado a Enma para que el Ministerio de la Mujer atienda su caso y la asesore en los pasos a seguir, y ella está dispuesta a llegar hasta el final porque no quiere que otras mujeres pasen por lo mismo.