Otra niña violada por sus primos. Los abusos sexuales dentro del seno familiar parecen ser moneda corriente

Tantas veces algunos de los hombres de su familia le dijeron que manosearla y violarla «era normal», que ella se lo creyó. Aina no tuvo a nadie a su alrededor que le dijese que ella merecía respeto, que no debía avergonzarse si le hacían algo que no le agradaba. Amar a nuestros hijos también es darles confianza para que hablen con nosotros de todo, incluso -o sobre todo- de sexo y de respeto. La educación sexual, aquella de la que no quieren hablar los del colectivo #conmishijosnotemetas es vital para cortar con la cadena de abusos. 

Caperucita empoderada

Mi hija tiene 11 años y gracias al universo y los que la queremos, crece libre, feliz y además feminista. Esta tarde, luego de reclamar más tiempo con su madre, pensábamos en qué podíamos hacer juntas, me mencionó varias de esas manualidades de tutoriales de youtube que se ven tan fantásticas y fáciles de hacer,Sigue leyendo «Caperucita empoderada»