Denuncias y testimonios de violencia de género, violencia machista y violencia estructural
Cuando las mujeres denunciamos un robo no se duda de nosotras, pero al reportar agresiones sexuales se nos exige, por lo menos, un par de moretones. Esta es la denuncia de una joven, su revictimización por parte del denunciado y de cómo unas juezas anularon la condena basándose en chats que muestran, por lo menos, la \"insistencia\" del acusado, ignorando la pericia psicológica que confirma el daño emocional
Publicado: 2024-12-01 20:56:07
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«REVOCAR: la sentencia del 27 de abril de 2023, que CONDENA a Gerardo Santiago Berdejo Cavagnaro como autor del delito contra la libertad sexual -actos de connotación sexual o actos libidinosos sin consentimiento– en agravio de X.X.X. y; REFORMÁNDOLA lo absuelven de todos los cargos en su contra [...]». Pero esta victoria de Berdejo, aún no es el final de esta historia.
Las denuncias contra Gerardo Berdejo han sido monitoreadas por teleoLeo.com desde la primera, revelada en #MeToo Perú. A cinco años de estos hechos, aún queda mucho por analizar, por lo que desglosaremos este caso en cinco notas.
Comenzaremos con la anulación de la condena impuesta por tocamientos indebidos a una de las denunciantes. Abordaremos la divulgación de datos personales e íntimos de las denunciantes, hecha Berdejo a modo de venganza. Explicaremos porqué archivar una denuncia o anular una condena no siempre implica inocencia. Desmentiremos las mentiras de Berdejo contra esta periodista. Y también dejaremos sentada la violencia institucional que sufren las denunciantes cuando la justicia no atiende estos casos con enfoque de género y de derechos humanos.
Gerardo Berdejo, además de activista animalista, en 2019 era un emprendedor vegano que se dedicaba a la venta de hamburguesas y para producirlas publicaba anuncios en sus redes sociales, en los que pedía "ayudantes" a cambio de enseñarles a elaborarlas. La "ayuda" la retribuía con 4 hamburguesas y los pasajes de transporte público para el desplazamiento. Algunas de las jóvenes que respondieron a los anuncios de Berdejo terminaron denunciándolo por agresión sexual.
La "convocatoria" para hacer hamburguesas es algo confusa. Berdejo, en sus anuncios, primero ofrecía "enseñar" a hacer hamburguesas veganas, luego hablaba de una "ayuda" de 9 am a 1 pm, que sería retribuida con 4 hamburguesas, o sea, 4 horas de trabajo, por 15 soles más pasajes.

Y digo, "trabajo", porque en los vídeos que Berdejo publicó desmintiendo las acusaciones en su contra, a la "ayuda" la llama "trabajo". Lo único claro de todo esto es que quien enseña no paga ni con dinero ni en especias, quien enseña, cobra, entonces: ¿Berdejo enseñaba o conseguía mano de obra barata?
En septiembre de 2019, tras un testimonio en la página #MeToo, de una joven que denunciaba a Gerardo Berdejo Cavagnaro, por tocamientos; teleoLeo.com contactó con ella para obtener más información y se abrió la caja de Pandora, pues este blog comenzó a recibir los testimonios de otras mujeres, hasta 15 más, que acusaban a Berdejo de los mismos actos, incluso, dos de ellas decían haber sido violadas.
La mayoría de las que brindaron su testimonio a teleoLeo.com no quería presentar denuncia formal, porque los hechos habían ocurrido hacía algún tiempo y sabían que serían revictimizadas por el sistema. Siendo los delitos sexuales actos cometidos en el ámbito privado, intuían que -como siempre- antes de ser creídas serían cuestionadas.
De las dieciséis mujeres, sólo 4 presentaron denuncia formal contra Gerardo Berdejo, teleoLeo.com ha podido seguir en contacto con 3 de ellas.
De las tres denunciantes con las que teleoLeo.com ha podido mantener contacto, dos fueron archivadas en la etapa fiscal y solo una avanzó en el sistema de justicia y por ella, en abril de 2023, el vigésimo segundo juzgado penal liquidador de Lima condenó a Gerardo Berdejo Cavagnaro, por tocamientos indebidos, imponiéndole una pena de cuatro años de prisión suspendida, reglas de conducta y el pago de cuatro mil soles como reparación civil a la víctima.

Según la sentencia condenatoria: «Conforme a los hechos dados por probados [...] el acusado le practicó tocamiento en el cuerpo de la víctima que ha afectado la libertad sexual de la agraviada, corroborado con el Protocolo de Pericia Psicológica, por lo que se ha verificado [...] la conducta del acusado en el tipo penal de Tocamientos, Actos de Connotación Sexual o Actos Libidinosos sin consentimiento».
La denunciante sostiene que, tras coordinarse por redes sociales, fue a casa de Berdejo para ayudarlo a hacer hamburguesas y que al finalizar, él la cargó, la sentó sobre sus piernas, le acarició el rostro, la besó y le dijo: «Me gustas», y que luego no la dejaba irse, que sólo hizo caso cuando ella recibió la llamada de su madre. Según la investigación fiscal, sus declaraciones han sido consistentes, afirmando que nunca consintió esos actos y que, a pesar de ello, él insistió.
Berdejo, por su parte, negó las acusaciones y afirmó que tras preparar las hamburguesas, se sentaron en el sofá, ella le hizo preguntas íntimas y él le preguntó por su enamorado, y ella, según él, «[...] bajó la cabeza avergonzada». También mencionó que ella intentó acercarse a él en dos ocasiones: «Quizás me veía como una figura protectora o paternal por ser mayor, o quizás tuvo un acercamiento de índole sexual al estar solos en mi hogar».
Para el Ministerio Público Berdejo, con estas declaraciones se contradijo: porque primero describe a la joven como tímida, al bajar la cabeza y sentirse avergonzada por la pregunta sobre su novio, y luego la presenta como segura de sí misma, afirmando que tuvo: «[...]un acercamiento de índole sexual». Además, la fiscalía señala que Berdejo, en ningún momento, mostró indignación al considerarse, como ha dicho en sus redes y vídeos: «Víctima de una denuncia falsa».
Berdejo, en uno de los vídeos que ha publicado para defenderse -donde desacredita y revictimiza a sus denunciantes- aborda la pregunta sobre su exnovio. Sin embargo, después de que la fiscalía señala la contradicción en sus declaraciones, omite repetir lo del "acercamiento de índole sexual".

Berdejo apeló la condena y en agosto de 2024, la 9° Sala Penal Liquidadora, sede Anselmo Barreto, la anuló; esto lo llevó a publicar un vídeo anunciando, equivocada o interesadamente, lo que él denominó: "archivo del caso".
«Hoy te voy a contar en 25 minutos lo que la justicia tardó 5 años en resolver. Hoy te voy a contar el caso de [...] de como inventó una mentira que no supo sostener, tanto así que la justicia la descubrió, me dio la razón y el caso se archivó», dice Berdejo al inicio de su vídeo cargado de resentimiento y venganza, y de un aire de superioridad propio de un narcisista.
Respecto a cómo elaboró su apelación Berdejo, dice en su vídeo: «[...] mi abogado, mi novia Heidi y yo preparamos la apelación más clara y contundente».

Berdejo también dice: «Heidi, como experta en comunicación y abogada frustrada, como ella misma se describe, hizo "los arreglos necesarios" para que la idea tuviera más fuerza y calara en la mente de las personas que me iban a juzgar»,
Esta afirmación de Berdejo podría ser peligrosa porque afirma que hicieron «arreglos necesarios» para «calar en la mente» de los jueces. Y me pregunto: si Berdejo es inocente, como afirma, cuáles son los «arreglos necesarios» que tenía que hacer en su argumento de defensa, ¿contar la verdad sin "arreglos" no era suficiente para demostrar su verdad?
En su apelación, Berdejo argumenta que la denunciante fue manipulada por activistas animalistas, señalando que «las denuncias fueron hechas de manera conjunta, lo que indica premeditación e intención». Sin embargo, las mujeres lo denunciaron al saber que eran varias las afectadas, confiando en que al unir sus voces evitarían la revictimización que suelen enfrentar las víctimas de agresiones sexuales.
Él asegura que como «protagonista» respondió «punto por punto los argumentos de la fiscalía».Por su parte, la fiscalía presentó un pedido de confirmación de sentencia donde detalla, también, "punto por punto" los argumentos por los cuales acusó a Berdejo, de actos contra la libertad sexual y por ello pedía que su condena fuese ratificada.

Berdejo niega que, como indica la condena, haya actuado con dolo y premeditación, afirmando que fue la denunciante quien insistió en hacer hamburguesas con él. Sin embargo, incluso si esto fuese cierto, él tenía el control de la situación porque estaban en su casa y ocupaba una posición de poder por ser una figura de referencia en los movimientos que ambos compartían. Además, la investigación fiscal revela que él casi la dobla en edad, tamaño y peso.
El ex condenado también menciona, según él, una contradicción fundamental en las declaraciones de la denunciante, pues ante la policía dijo que creyó que habría más gente con ellos haciendo hamburguesas y en los chats de coordinación, dice Berdejo, «ella misma reconoce que se trataba de un trabajo donde la única ayudante sería ella».
Aunque sea cierto que ella sabía que estarían solos, ¿en qué desacredita eso la denuncia en su contra? Considerando los sesgos moralistas de la justicia y de la sociedad peruanas, ¿pretende Berdejo insinuar que ella se puso en riesgo al aceptar ir sola a su domicilio, ?
La denunciante presentó capturas de pantalla durante la investigación para demostrar el acoso de Berdejo, pues insistió varias veces para que ella lo ayudase nuevamente. Él la contacta varias veces entre el 12 y el 30 de junio de 2019, y ella responde sin agresividad. El 12 de junio, él le escribe y ella no contesta; al día siguiente, él insiste y ella se disculpa. Él le pide que lo vuelva a "ayudar", ella responde que le "encantaría", pero no sabe si podrá debido a su trabajo.
El 15 de junio, él le escribe nuevamente para preguntarle si lo podrá "ayudar", ella le responde que no. Él contesta que es una pena. El 30 de junio, Berdejo le escribe otra vez pidiendo "ayuda" para el día siguiente, y ella se niega otra vez. Desde el 17 de mayo de 2019, fecha en la que hicieron las hamburguesas, Berdejo ha sido quien inicia la conversación e insiste en pedir ayuda, mientras que ella, sin ser cortante, se niega pretextando trabajo.

Berdejo presenta en su vídeo una captura de pantalla del chat en la que tras acompañarla a su autobús, le escribió y ella le contestó de inmediato y le agradeció. Y a continuación pregunta a su "audiencia", si hasta ese momento del vídeo perciben que él haya abusado de ella. A ver, aclarando cosas: que una mujer sea amable tras una supuesta agresión, no niega la agresión, sobre todo, cuando hablamos de alguien que, como reveló su pericia psicológica, es una joven tímida a insegura.
Sólo la falta de perspectiva de género en la judicatura puede llevar a las juezas que revisaron la apelación de la condena de Berdejo, a interpretar los chats como una conversación amigable y aceptada por la denunciante. Que ella responda con educación no implica que esté satisfecha o interesada en el intercambio; además, su forma de contestar, que no es cortante ni directa, concuerda con las conclusiones de su evaluación psicológica y psicosocial, que la describen como una persona tímida e insegura.
Esto subraya la necesidad de que las y los operadores de justicia reciban formación para que sus sentencias estén atravesadas por el enfoque de género y de derechos humanos, imprescindibles al juzgar casos de violencia de género.
Que las juezas sean mujeres no garantiza que sus sentencias estén exentas de sesgos machistas ni patriarcales y que no emitan sentencias prejuiciosas contra otras mujeres.
La empatía también juega un papel fundamental en el abordaje de estos casos, revisar los hechos poniéndose en primera persona dentro de los relatos, sería muy efectivo para proveer justicia y reparación a las víctimas.
Lamentablemente, este no es el único caso en que un hombre acusado de agresión sexual es exculpado y esto pasa, incluso, cuando es acusado de los mismos actos por varias mujeres. El archivo de denuncias o la anulación de sentencias en casos de violencia de género no implica que las mujeres mientan, cuando seguimos los procesos judiciales simplemente nos damos cuenta que esto ocurre porque las víctimas son las que terminan siendo juzgadas por lo que hicieron o dejaron de hacer.
Llevaba "ropa interior de color rojo" o "a la señorita le gusta la vida social", son algunos de los argumentos que, en Perú, las defensas de los denunciados han esgrimido para salvar a sus clientes y en muchos casos fiscales y jueces atienden a estas razones por su propio marco mental, sus prejuicios o su falta de ética profesional, conocida es la corrupción del sistema de justicia peruano.
Y como dijimos al comenzar esta nota este caso aún no termina, esperemos que en la Corte Suprema las y los magistrados dejen sus sesgos y prejuicios en casa, y tengan la preparación y visión para no seguir permitiendo la revictimización de la denunciante -a través de la difusión de sus datos privados y de información sobre su intimidad- ni que se siga ejerciendo violencia institucional sobre ella. Esperemos que las y los magistrados piensen en sus hijas y en las mujeres que les rodean, y piensen en cómo fallarían si una de ellas denunciase ser víctima de un acto sexual no consentido.
La violencia sexual, física y el feminicidio son las formas más brutales de poder ejercido contra mujeres y niñas. Las mujeres hace mucho que nos manifestamos, informamos y elaboramos estudios sobre el tema, nosotras estamos concienciadas no sólo por lo que vivimos sino también por lo que vemos; es hora de que los hombres, los buenos hombres, aquellos que también han sido tocados por la lucidez y reconocen que el machismo nos somete, viola y mata, tomen el liderazgo en su erradicación.
Entre enero y octubre de 2024, el programa Aurora del MIMP ha atendido 26,816 casos de violencia sexual en Perú.
25,072 son denuncias de mujeres y 1,744 de hombres, lo que significa que las agresiones contra mujeres y niñas constituyen el 93.5% del total.

Las edades en las que ambos sexos son agredidos sexualmente evidencian que estos son delitos de poder. Los hombres sufren más agresiones en su niñez, cuando son más vulnerables, lo que explica la drástica disminución de cifras a partir de los 18 años, edad en la que pueden defenderse. En el caso de las mujeres, la incidencia es mayor entre los 12 y 14 años, durante la pubertad, y también disminuye con la edad.
Los buenos hombres, los que reconocen sus privilegios frente a nosotras, que reconocen que ellos pululan libres por las calles sin temer una frase vulgar, sin temer que los toquen los genitales en el transporte público, los que son conscientes de que pueden ir ebrios y hasta medio desnudos por la calle y no serán abordados sexualmente por nadie; son ellos los que tienen la responsabilidad de confrontar las actitudes de dominación y abuso de sus machunos amigos y familiares.
Todas y todos debemos generar propuestas e iniciativas personales y grupales para aplicar en nuestras casas, en nuestros barrios, en nuestros centros de estudio y de trabajo, para ir desterrando sesgos y violencias machistas, para identificar a los narcisos machistas y apartarlos. Generemos iniciativas que cual granito de arena, vayan formando oasis que aseguren que todas y todos podamos desarrollar nuestros proyectos de vida desde la felicidad y no desde el miedo.
Los abusos y agresiones sexuales sólo disminuirán cuando se trabaje para acabar con la cultura de la violencia y de la violación, y esto sólo se logrará a través de la ESI (Educación Sexual Integral) desde temprana edad. También debemos exigir que los operadores policiales, de justicia y las instituciones estatales y privadas, pongan la perspectiva o enfoque de género y de DD. HH. por delante en todas sus acciones.

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