Ucrania convirtió en apátrida a una niña de 14 años y con ello permitió que 3 países europeos la tutelaran irregularmente

Texto, investigación y vídeo entrevista: Leonor Pérez-Durand/Periodista

La tutela de menores de edad se ha convertido en un negocio rentable en Europa y es que por cada niña, niño y/o adolescente, bajo cuidado estatal, las administraciones cobran sustanciosas subvenciones para su cuidado y manutención. El «negocio» se ha incrementado con las y los menores de edad ucranianos refugiados. Este es el caso una adolescente ucraniano rusa que, desde los 14 años de edad, ha escapado de la tutela de 3 países

Muchos menores de edad ucranianos, que han dejado su país para refugiarse en los diferentes países europeos, han sido separados de sus madres y/o familiares, y han sido puestos bajo la tutela de los servicios sociales e ingresados en centros residenciales o entregados en acogimiento familiar, de manera absolutamente irregular; y sus consulados no han tomado las medidas del caso para protegerlos.

Irregularidades cometidas por el sistema de protección europeo:

  • Según señala ACNUR, la agencia de refugiados de la ONU, en su documento: «Directrices para la determinación del interés superior del niño«, las y los menores de edad refugiados no pueden ser separados de sus padres en contra de su voluntad, a menos que sean víctimas de grave maltrato. teleoLeo.com ha publicado varios casos de niñas y niños ucranianos separados de sus progenitores sin que exista «grave maltrato».
  • Los países europeos que han acogido a estas niñas y niños refugiados ucranianos, cuando los tutelan, lo hacen, además, sin respetar las normas de protección internacional de menores de edad, que señalan que se debe determinar cuál es el país que tiene la jurisdicción primaria para decidir sobre la situación de las y los menores de edad.
  • Los consulados ucranianos alrededor de Europa no estarían imponiendo su prerrogativa de decidir sobre la situación de sus menores de edad, pues cuando los padres han solicitado su apoyo, para recuperarlos, no lo han recibido.

… Volviendo a Darina

Darina a sus 17 años de edad es el ejemplo de todos los abusos que se cometen con las y los menores de edad en medio de los conflictos bélicos, pero también de los abusos que comete la Europa de los DD. HH., la Europa del Estado del Bienestar. contra las y los menores de edad refugiados y contra las criaturas de madres migrantes vulnerables.

Darina llegó a Alemania con su padre, en 2020, sí 2 años antes de que estallara la guerra en Ucrania, porque desde 2014 y tras el Euromaidán, nombre con el que se conoce a las manifestaciones europeístas e independentistas que se desarrollaron en Ucrania, eran diversos los ataques registrados entre los nacionalistas ucranianos y la población prorrusa.

El clima de conflicto que se vivía en Ucrania desde mediados de la década pasada hizo que Alemania ofreciera refugio a las y los ucranianos que quisieran alejarse de la violencia y de la inseguridad, para poder desarrollar sus proyectos de vida y el de sus hijas e hijos con mejores perspectivas.

En cuanto Darina y su padre llegaron a Alemania fueron colocados en un campo de refugiados y allí comenzó la tortura de la niña, pues al poco tiempo su padre fue deportado y ella tutelada por el Jugendamt, servicio de protección de menores alemán, que además le quitó su pasaporte y en ningún momento respetó sus derechos ni como refugiada ni como ciudadana ucraniana, pero no sólo como ucraniana, porque Darina también es rusa, sin embargo, nada de esto fue tomado en cuenta.

¿Por qué tuteló el Jugendamt a Darina?

Cuando Darina llegó a Alemania tenía tan sólo 14 años de edad y en el campo de refugiados, donde fue colocada con su padre, comenzó a sufrir acoso sexual por parte de otros refugiados, debido a eso su padre se quejó varias veces con los funcionarios pertinentes, pero al no tener respuesta satisfactoria se puso violento, eso amérito que lo deportasen y que Darina pasase a ser tutelada por los servicios sociales alemanes.

Desde el inicio del procedimiento Darina manifestó su deseo de volver al lado de su padre, pero no fue escuchada, por ello, escapa de Alemania a Francia y luego a Irlanda, donde vuelve a ser tutelada en base a la tutela vigente en Alemania y obviándose nuevamente su calidad de refugiada y la aplicación de las medidas de protección internacional de menores.

Darina vuelve a escapar y se trasladó a Reino Unido, con la intención de reencontrarse con su padre, pero allí fue nuevamente tutelada por Gales y aquí su situación comienza a clarificarse, pues en abril de 2023, los servicios sociales de Gales admitieron que Darina sólo podía ser protegida de manera cautelar, en base al artículo 11 del Convenio de La Haya de 1996, es decir, sólo podían tomar medidas de emergencia a su favor por ser una menor de edad sola en su territorio.

El reconocimiento de que Reino Unido no es el país de jurisdicción primaria de Darina hace que el 2 de mayo de 2023, la justicia de Gales dijera que era necesario determinar el «país de residencia habitual para establecer el tribunal que tenía competencia para tomar decisiones sustantivas sobre ella».

Y el país de residencia habitual de Darina era Rusia. A partir de aquí, comenzaba a correr el plazo de 6 semanas para resolver la situación de la adolescente, sin embargo, en octubre de 2023 y ante la supuesta falta de diligencia del consulado ruso, Gales se hizo con la tutela legal de la adolescente so pretexto de protegerla.

¿Y por qué Rusia y no Ucrania?

Si bien es cierto, Darina es ciudadana ucraniana y entró a Alemania con pasaporte ucraniano, ella también es ciudadana rusa.

Darina es hija de padres separados y hasta 2019 vivía con su madre y su padrastro en Ucrania, pero en ese año su madre fue apresada y su tutela y patria potestad fueron entregadas a su padre, vía resolución judicial. En esos momentos su padre vivía en Rusia y había obtenido la nacionalidad, así que se trasladó con la niña a ese país hasta que llegó la oportunidad de trasladarse a Alemania, lugar donde comenzó su amarga ruta europea.

Al determinarse que la residencia habitual de Darina era Rusia, el cónsul ruso fue notificado, pero según la activista de DD. HH., experta en protección internacional de menores de edad, Joanna Pachwicewicz, el funcionario no fue todo lo diligente que la situación requería y, con ello, permitió que la tortura de Darina se dilatase, sin embargo, la responsabilidad mayor, según la activista es de Ucrania.

«Darina, a pesar, de tener también ciudadanía rusa, sólo tenía su pasaporte biométrico ucraniano y cuando se lo quitaron en Alemania, se quedó con una fotocopia y para que pudiese volver a Rusia con su padre, necesitaba tener un documento de identidad vigente con el que Rusia corroborase su identidad, para eso Ucrania debía emitir una copia de su pasaporte, pero no lo hizo ni lo ha hecho», dice Pachwicewicz.

Poder parental no respetado

El padre de Darina otorgó un poder a la activista para que actuase en su nombre para defender a su hija y lograr que se la devolvieran.

Premunida del documento, Pachwicewicz fue al consulado ucraniano a solicitar la copia del pasaporte de la adolescente, pero no obtuvo respuesta satisfactoria, tras eso decidió hacer la misma solicitud al consulado ruso: «El 29 de diciembre fuí con la propia Darina al consulado de Rusia para ver si ellos podían hacerle el pasaporte, la solicitud fue aceptada, pero ellos tampoco le dieron el documento, porque no podían, no tenían como verificar su identidad».

Búsqueda y captura

El día en que Pachwicewicz solicitó el pasaporte ruso para Darina, debido al reconocimiento de la jurisdicción rusa sobre Darina y con el poder del padre otorgado a la activista, la adolescente -contra la voluntad de los servicios sociales de Gales- no quiso retornar a su encierro y se quedó bajo el cuidado de Pachwicewicz en Londres, pero dos días después la joven fue capturada por la policía y reenviada a Gales.

El 4 de enero, la adolescente volvió a escapar y recurrió a Pachwicewicz, le dijo que no aguantaba más, que quería acabar con su vida. La activista fue a su encuentro y nuevamente la policía volvió a detener a la adolescente y ella volvió a escapar. Dos días después, la activista fue detenida y acusada por sustracción de menor y Darina fue nuevamente llevada a Gales, esta vez con los grilletes puestos, como si fuese una delincuente.

Desenlace en Bielorrusia

La activista fue liberada 48 horas después de su detención y en cuanto pudo abandonó UK porque, incluso, deslizaron la sospecha de era una espía rusa, ahora se encuentra en Bielorrusia donde ha solicitado asilo.

«Me dio miedo quedarme en Londres, yo no soy ninguna sustractora, ni espía, ellos no tenían por qué detener ni retener a Darina, tras todos los años de trauma que ha vivido y habiendo determinado que su país de residencia habitual es Rusia y, además, sabiendo que yo tenía un poder de su padre. No era necesario que siguiera encerrada por ellos», dice Pachwicewicz.

El 1 de marzo Darina apareció en la frontera entre Bielorrusia y Lituania, en ese puesto fronterizo se presentó e inmediatamente fue retenida en una base militar hasta aclarar su situación, el cónsul de Ucrania en Bielorrusia, fue avisado, pero según la activista, él no fue a verla: «Yo fuí con el padre de Darina al consulado de Ucrania y allí me dijeron que el cónsul no había ido a ver a la adolescente, irrespetando así, el artículo 37 del Convenio de Viena sobre relaciones consulares, que dice que los cónsules deben auxiliar a sus ciudadanos».

Liberación

Tras 3 semanas de haber estado recluida en la base militar, lugar en que la menor de edad no debería haber permanecido más de 72 horas, porque no es el mejor para una adolescente que, además, no tiene descanso ni paz mental desde hace 4 años, Darina fue entregada a su padre previa prueba de ADN que certificó el vínculo filial.

Ahora Darina y su padre se encuentran en Bielorrusia, pues Darina no puede salir del país, ya que Ucrania sigue sin darle pasaporte, sólo le ha dado un salvoconducto que únicamente le permite volver a Ucrania, adonde no puede retornar porque es de Járkov, zona donde en estos momentos el conflicto sigue muy vivo. Su padre tampoco puede volver a Ucrania, porque podría ser acusado de traidor y asesinado o podría ser obligado a enrolarse para combatir.

teleoLeo.com entrevistó hace unas semanas a Joanna Pachwicewicz para conocer con más detalle la violencia institucional de la que Darina ha sido víctima por parte de los servicios de protección de menores de edad europeo durante los últimos años.

Ahora Darina deberá comenzar a reconstruirse, a recuperarse, la vida nunca ha sido fácil para esta jovencita y es momento de que sea resarcida de todo el mal sufrido, no puede salir gratis malograr la vida de una niña, ella ha sufrido violencia institucional en varios idiomas y es por eso que su caso debería llegar hasta las más altas instancias de justicia, el Tribunal Europeo de DD. HH, es el llamado a repararla.

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