Cuatro mujeres denuncian formalmente al activista Gerardo Berdejo Cavagnaro por delito contra la libertad sexual [VÍDEOS]

Hasta el momento teleoLeo.com ha recibido el testimonio de 16 mujeres que denuncian al activista. Dos de ellas por violación, 14 por intento de violación y tocamientos indebidos. Berdejo insiste: «Todo es mentira»

Johanna Tupiño es una de las mujeres que ha denunciado formalmente a Gerardo Berdejo Cavagnaro por «delito contra la libertad sexual en su modalidad de tocamientos obscenos». Ellos se conocieron por el grupo de Facebook Lima Vegans, de donde Berdejo ─vía comunicado─ fue expulsado el mismo día en que se conoció la primera denuncia en MeToo-Perú. En esa oportunidad, el grupo también pedía disculpas por haber tardado en tomar la decisión.

Berdejo y Tupiño también compartían activismo animalista en el grupo internacional Anonymous for the Voiceless, de donde igualmente ha sido expectorado. En un manifiesto del día 19 de septiembre informaban que Berdejo había sido expulsado de la organización 24 horas después de conocerse la primera denuncia. Ellos han asegurado que no tolerarán ningún acto que ponga en peligro a ninguno de sus integrantes.

Johanna Tupiño habló con teleoLeo.com y explicó su experiencia con Berdejo Cavagnaro. Además de tocarla sin su consentimiento, él le tomó fotos de su trasero que ella tampoco había autorizado. «Un día en una vigilia en un matadero, me subí a un camión. Luego Gerardo me envió un mensaje con fotos de mi trasero que me había hecho sin pedirme permiso».

Las fotos la sorprendieron e incomodaron, él se las envió en medio de una conversación en la que ella intentó desviar el tema, sin embargo, él lo retomó de manera más impertinente: «Haré un calendario de ‘culetes’» —me dijo», explica Johanna. Me pregunto, si el año tiene 12 meses, a cuántas chicas le hizo fotos sin que ellas lo supieran.

Pruebas

En la primera imagen Berdejo Cavagnaro, como siempre, intenta seducir a Tupiño invitándola a hacer hamburguesas, es así como en otras oportunidades logró que otras chicas fuesen a su departamento donde ellas dicen que las tocaba sin su consentimiento. En la segunda captura, en la parte inferior derecha se pueden ver las fotos y la frase del calendario.

«Me cogió la pierna un par de veces y me hizo fotos sin pedirme permiso, yo normalice su conducta porque lo admiraba, pero no es normal que nadie te haga nada que no quieres». Por todo esto Johanna Tupiño ha denunciado formalmente a Gerardo Berdejo y así lo explicó a teleoLeo.com, en entrevista exclusiva .

Berdejo: «teleoLeo.com miente groseramente»

«Buenos días TeleoLeo, les escribo en esta oportunidad referente a la publicación hecha en su sitio web y página de Facebook. Las denuncias que se han hecho son anónimas y en las mismas se me acusa de algo que no he cometido sin tener ninguna prueba contundente, además de ser estos supuestos hechos COMPLETAMENTE FALSOS Y CALUMNIOSOS». 

El sábado 14 de septiembre, 24 horas después de que teleoLeo.com publicase los testimonios de 5 mujeres que acusaban a Gerardo Berdejo Cavagnaro de haberlas abusado sexualmente ─4 de ellas lo acusaban de acoso y tocamientos indebidos y una de violación─, el conocido activista animalista y vegano, me envió un mail en el que decía que teleoLeo.com «está faltando a la verdad de manera grosera».

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Por tal motivo «pido por favor que retiren de inmediato esa publicación, no sin antes efectuar una rectificación indicando que no avalan ese tipo de afirmaciones ofensivas sin sustento que resultan siendo una completa calumnia en mi contra, calumnia que además puede traerme otro tipo de consecuencias negativas, de las cuales los haré responsables, continuaba el mail.

Y luego de pedir por favor, Berdejo amenazaba despidiéndose con un cordial saludo: «De no cumplir con mi pedido en el menor tiempo posible (24hrs) me veré obligado a interponer las acciones legales correspondientes. Espero sinceramente no tener que llegar a ningún extremo, pero comprenderán que el daño que puede causar este tipo de publicaciones es alto. Un cordial saludo».

TeleoLeo.com respondió a Gerardo Berdejo y aprovechó para reiterarle el pedido de entrevista que le hiciera antes de publicar la nota, sin embargo, 11 días han pasado y no hay respuesta.

Denuncias policiales

Las acciones legales llegaron y en paquete. Johanna Tupiño no ha sido la única víctima que ha denunciado a Berdejo, otras 3 mujeres que dieron su testimonio a teleoLeo.com también lo han denunciado formalmente por delito contra la libertad sexual, en su modalidad de actos contra el pudor.

La primera denuncia contra Gerardo Berdejo fue publicada en el portal MeToo Perú, luego teleoLeo.com, investigó y encontró a la joven de 24 años que en julio de este año sufrió tocamientos en sus partes íntimas y forcejeos por parte de Berdejo.

Recordando la primera denuncia

«Voy a explicártelo todo, con más detalle de lo que hice en mi denuncia inicial en #MeToo» ─dijo ella a teleoLeo.com. Lamentablemente, el abuso de Berdejo no era el primero que había vivido. «Yo he sido víctima de abuso sexual antes, llevo tratamiento psicológico y psiquiátrico y él lo sabía. Yo nunca desconfié de sus manera cariñosa de tratar porque como ha viajado y vivido fuera, pues pensaba que era así por eso. Él me daba abrazos muy “sostenedores”, pero luego fui notando que no era igual con todo mundo».

Según ella, Berdejo la invitó un día a su casa para que lo ayude con su trabajo, aceptó porque el la necesitaba y porque no sospechó nada malo. «Al acabar de almorzar se sentó muy cerca y me abrazó, yo no dije nada, no quería que se sienta mal, me seguía abrazando, mientras yo intentaba alejarme, me comenzó a besar la mejilla, de pronto me volteó la cara y me besó en la boca, me sorprendí y volteé, no dije nada, pensé que quizá lo había imaginado».

Pero la cosa no quedó ahí. «Berdejo colocó su mano en mi pierna, cerca a mi vagina, puso mi pierna sobre la de él, no sabía cómo quitarla sin que se dé cuenta. Me volvió a besar, le dije que tenia que irme, que tenía cosas que hacer, me dijo que me quede. Sentí su mano en mi cadera, me besó de nuevo, me paré diciendo que era tarde; me abrazo por detrás, besándome el cuello mientras me tocaba el vientre. Yo me quería ir, pero me volteó y me puso contra la pared frente a él, ahí fue cuando quiso poner su miembro entre mis piernas, a la altura de mi vagina».

Ella confiesa que se sintió profundamente asqueada, estaba volviendo a ocurrir, estaban volviendo a abusar de ella. «Me dio asco, me desesperé, pero no quería que sepa que estaba asustada; le repetí que debía irme. Me preguntó cuando volvería, le dije que tenía que ver mis horarios. Me acompañó al paradero. Al llegar a casa sentía tanto asco de mí misma que me bañe con agua fría. Toda esa semana me volví a autolesionar. Una noche, en una crisis me hice más de 100 cortes».

Según ella Gerardo Berdejo Cavagnaro no es consciente del daño que hace. «Creo que piensa que porque era amable tenía derecho sobre mí. Él sabía que yo era vulnerable y se aprovecho de eso». Y esto no es extraño, los depredadores sexuales buscan justamente personas frágiles, a las cuales seducen a través del cariño, de la cercanía, y una vez ha establecido un vínculo de confianza se quitan la piel de cordero y dejan al descubierto al lobo deseoso de someter y de demostrar su poder.

Denuncia 3

Ella fue otra de las embaucadas con las hamburguesas veganas. «Gerardo publicó un post en el grupo de Lima Vegans, pidiendo ayudantes para hacer hamburguesas, yo contesté que me interesaba, pasó un tiempo y me se comunicó conmigo preguntándome si tenía tiempo libre para ayudarlo, le respondí que sí, quedamos, me recogió en el paradero y fuimos a su departamento».

Luego de un rato se percatan que no había luz, ella quiso cargar su teléfono y no pudo. «Seguía en la cocina ayudándolo con la preparación de las hamburguesas, él puso música que sabe que me gusta porque lo habíamos hablado y, en la cocina, antes de terminar hace una broma forzada intentando hacerme reír. Me abraza y me da un palmotazo en la espalda, oye no te pases de confianza ─le dije. Él se rió».

Ella le pide el baño y al salir se da con la sorpresa de que Gerardo ya no estaba en la cocina, sino que la esperaba en el sofá. «Me puse nerviosa, en ese momento vi a uno de sus gatitos, le pregunté si sus mascotas eras rescatadas, contestó que sí, que los había rescatado junto con su pareja y que tenían una relación de costumbre, que cada uno hacía su vida».

Berdejo también le dijo que su pareja sabía de los talleres de hamburguesas en su casa y que alguna vez se había cruzado con alguna chica mientras las hacían. «Le pido que me alcance mi celular y en ese momento me carga, me pone entre sus piernas y me dice conversemos un rato. Me da un beso en la mejilla, acaricia mi cabello, mi rostro y me dice «me gustas». Yo reacciono, me levanto, qué tienes ─le dije. Él volvió a reír».

De inmediato ella salió del departamento hacia las escaleras. «Me voy ─le dije, él insistía en que me quedara, tuve que ponerme fuerte y le volví a decir que me iba, menos mal que me llamó mi mamá y también del trabajo, eso lo contuvo. «Ay verdad que tengo que darte las ‘burguers’ (el pago por el trabajo). Esas dos llamadas fueron providenciales pues lo hicieron asustar», agrega la joven.

Ella señala que al salir del departamento él se recompone. «Volvió a mostrarse amable, queriendo saber de mi trabajo, ofreciéndome ayuda. Le dije que no vuelva a cargarme o abrazarme y me dijo, pero por qué, ─porque no quiero, le contesté. Luego me dijo que sufrió depresión por la muerte de su mamá, y que una exnovia de cuando vivía en España lo había maltratado».

La joven dijo a teleoLeo.com que cuando salió del departamento de Berdejo se sintió liberada, «pero al llegar a casa lloré desconsoladamente, porque no podía contar lo que me había pasado porque dirían que para qué fui, que me había pasado de ingenua, pero claro, yo cuando fui no sabía que iba a estar a solas con él, pensé que habría alguien más en el taller. Gerardo es un manipulador y un abusivo».

«Me acompañó al paradero y cumpliendo con el trato anunciado en Facebook, me dio dinero para mi pasaje y las hamburguesas que siempre da a quien lo ayuda con su trabajo. «Me caes bien, espero que puedas otro día volver a ayudarme, te voy a considerar más a ti». Luego insistió algunas veces por messenger, yo nunca le reclamé su comportamiento, le contestaba normal, pero nunca más caí en su trampa».

Denuncia 4

Esta denunciante explicó a teleoLeo.com que Berdejo, al igual que a otras, le cogió la pierna sin su permiso, pero con el agravante, que en el momento de hacerlo, ella se encontraba acompañada de su hija pequeña de 6 años de edad.

En entrevista exclusiva con teleoLeo.com podemos escuchar la historia de esta cuarta denunciante. Su voz ha sido alterada porque ella prefiere conservar su nombre en reserva.

Cansadas de callar

Todas las denunciantes están pasando sendos exámenes psicológicos a fin de demostrar la veracidad y el grado de afectación de los hechos que denuncian. Estas 4 mujeres se han atrevido a dar la cara ante la policía, cansadas de que Berdejo las tilde de mentirosas y emitiese un comunicado en el que teleoLeo.com también fue mencionada. Berdejo, además, ha enviado una carta notarial a una de las denunciantes.

Luego de la publicación que teleoLeo.com realizará el 13 de septiembre con los testimonios de 5 mujeres que denunciaban a Berdejo por tocamientos indebidos y hasta por una violación, este portal ha seguido recibiendo más denuncias de los abusos que habría cometido Berdejo, en total son 16 las mujeres que hasta el momento se han atrevido a hablar con este portal.

Una menor de edad entre los testimonios

Una de las denunciantes era menor de edad cuando Berdejo la tocó. Lo hizo luego de un partido de fútbol entre un grupo de activistas, uno de los cuales vio lo que ocurría y no entendió muy bien la escena hasta que habló con la afectada. Ella ha dado su testimonio sin ocultar su identidad.

Juan Ignacio Cucho Bartra es el activista mencionado. TeleoLeo.com habló con él luego de comunicarse con la joven y confirmar lo dicho en su post. Cucho Bartra también ratificó cada línea de la publicación realizada en redes sociales y accedió a dar una entrevista a este portal con nombre y apellido. Él como activista está muy indignado, no sólo por el comportamiento de Berdejo, también lo está por sus afirmaciones respecto a que las víctimas mienten. «No mienten, yo lo vi».

Recuerdos de amigas y amigos

A mí, Berdejo me violó

Otra de las mujeres que se dirigió a teleoLeo.com manifestó que conoce a Berdejo desde hace 5 o 6 años. «Yo fui vegetariana y él era la cabeza de Proyecto Libertad y la Escuela Vegana de Lima. Yo seguía su labor y eso me dio confianza. Cuando finalmente le hablé, en 2016, lo hice para que me recomendase algún nutricionista de dietas veganas o vegetarianas, él se ofreció y me dio su tarifa». Quedamos en su oficina, que era su departamento».

Cuando ella se entera que la asesoría será en el departamento de Berdejo, asegura que se le pasó la idea de cancelar la cita, sin embargo, no lo hizo porque la admiración que tenía por su trabajo la hizo pensar que nada malo podía ocurrir, además creyó que tendría una oficina profesional dentro de su departamento, «pero al llegar allí me di cuenta que me había citado en su departamento y que allí no había ninguna oficina, su «oficina» era su sala».

Y la conversación fluyó, ella dice que se llevaron bien desde el primer momento. «Nos sentamos en el mueble que daba a una TV y conversamos de veganismo y de música. La asesoría duro sólo media hora y fue muy poco profesional, aún así me sentía tranquila y disfrutando la conversación y cuando estaba pidiendo mi taxi para irme, me convenció para quedarme y ver un concierto de una de mis bandas favoritas».

Esta mujer, también, como otras víctimas de Berdejo, tenía problemas de depresión y ansiedad por abusos anteriores y Berdejo lo sabía. «También hablamos de mis problemas emocionales y mantuvo la distancia más o menos durante una hora. De pronto, me tocó la mano, la quité, luego la pierna; me puse muy nerviosa, como toda víctima que ha sufrido abuso físico durante muchos años, no sabía que hacer. Se acercó para besarme, asqueada y asustada, lo deje».

Y lo que ocurre luego es la narración de una violación. «Me cargó, me puso en el lado del mueble donde él estaba y comenzó a abusar de mí. Me trató como si fuera una muñeca, ni me miró, ni se cuidó. Yo no lo golpeé, no forcejeé, pero mi cuerpo claramente gritaba no. Me mantuve mirando al techo esperando que todo acabe pronto. Cómo me subí al taxi camino a casa, no lo sé. Y pensé que todo había sido mi culpa, así que enterré lo sucedido en mi cabeza.»

Ella dice que todo ocurrió hace 3 años y que al día siguiente vio que él había hecho una publicación con su novia. «Nunca procese el abuso como tal y no sabía como sentirme respecto a su pareja, si ella sabía que él hacía esas cosas. Hable con él, quería saber que había pasado, me dijo que ellos tenían una relación abierta, que todos lo saben, también le dije que me sentía usada, le insistí en ello, simplemente contestó que él no era así».

En sus descargos y negación de los abusos que se le atribuyen, Berdejo manifiesta que ha seguido teniendo comunicación con algunas de las mujeres que lo denuncian y que eso demostraría que mienten, sin embargo, como esta mujer, que dice haber sido violada por él, otras no identificaron lo ocurrido como un abuso hasta después de un tiempo. «Volví a hablar con él hace menos de un año, necesitaba encontrar casa para unos animales que cuidaba y pensé que él podría ayudarme».

«Luego que abusó de mí sólo quería olvidarlo todo, además sentía que yo lo había permitido porque no grité, porque no intenté impedir que me tocase e hiciese lo que le dio la gana conmigo, pero cuando leí los testimonios de las otras mujeres vi como él se aprovecha sistemáticamente de personas vulnerables, que han sido violentadas psicológica, física y/o sexualmente. Aún estoy procesando esto, recién lo estoy entendiendo».

Similar situación ocurrió con otra joven. Este testimonio fue publicado en MeToo Perú y replicado en teleoLeo.com.

Me gustaba, pero no dije sí

«Te escribo por la noticia de Gerardo, quería comentarte que me pasó algo similar, aunque en mi caso accedí porque no me era del todo indiferente. Lo que pasó se asemeja ya que en un comienzo me dijo para ir a su casa a ver películas y en serio pensé que sería solo eso, sin embargo, ya desde el ascensor hacia el departamento me abrazó por detrás y me sorprendió. Yo misma creo que no entendí bien en ese momento lo que estaba pasando o que estaba siendo manipulada».

A ella le gustaba Berdejo, por eso aceptó ir a su casa, sin embargo, la idea era ver películas, no ser abordada sexualmente. «Veo que muchos de los casos denunciados comienzan con algo así, que las invita a su casa para conversar o para cocinar y al final asume que puede hacer lo que quiera porque ya una está dispuesta para eso».

El monstruo de las hamburguesas

Según las denunciantes que teleoLeo.com ha entrevistado, Berdejo las seduce por sus conocimientos sobre el veganismo, la mayoría se acerca a él para dar el paso hacia ese estilo de vida o para participar en los talleres que anuncia para hacer hamburguesas. Él recluta chicas a las que a cambio de unas ‘burguers’ y sus pasajes se creería con el derecho de tocar y abusar.

Ser un conocido activista animalista que hace labor política, también las atrae, además, a varias casi les dobla la edad y eso las hace sentir que pueden aprender de él, lo admiran y por eso confían. «Cuando te toca, al comienzo es extraño, no crees que esté pasando algo así, no si es una persona respetable, te dices. Y no, no lo es. No tendría que invadir a otra persona sin su consentimiento», dice una de las denunciantes.

«El patán»

Virginia Battisti es una mujer italiana radicada en Perú, ella también fue invadida por Gerardo Berdejo. Lo suyo fue una noche de discoteca, sin hamburguesas. «Hace unos años salí a Barranco con una amiga, también extranjera, fuimos a tomar una cerveza, nos sentamos en una mesa, al cabo de un rato nos dimos cuenta que un chico nos miraba fijamente».

Según Virginia, cuando él se dio cuenta que lo habían visto, se acercó. «Nos ofreció una copa y acompañarnos a la mesa, ─no, gracias, estamos hablando cosas privadas, le dijimos. Se alejó, pero continuó mirándonos con insistencia. Era bastante incómodo. Decidimos irnos, mi amiga salió a la calle para huir del patán este, yo fui al baño».

Pero el «patán» persistía. «Al salir del baño me lo encontré obstruyendo la puerta. Me dijo que le encantaban las chicas extranjeras y mi acento, y que me quedará con él un rato. Mientras hablaba me empujaba con su cuerpo contra la pared al costado de la puerta, acercando un montón su cara a la mía».

Virginia se sintió violentada con el acoso del desconocido y reaccionó. «Me dio tanta rabia que intentara atraparme que lo empujé violentamente con las dos manos y salí corriendo del local. No sabia quien era hasta que me encontré con la nota de teleoLeo.com sobre las 5 mujeres que denunciaban a GerardoBerdejo. Por fin le puse nombre al patán».

Comentarios inapropiados

Leona Morris es otra de las mujeres que se mantuvo a salvo de Berdejo. «Cuando tenía 19 años y él 39, por recomendación de una amiga, lo agregué a Facebook para que me ayudase en mi transición al veganismo, pero dejé de hablarle cuando en uno de sus mensajes hizo una referencia a mi lengua, que no venía al caso».

Defendiendo lo indefendible

Desde la primera denuncia en su contra, Berdejo dijo en sus redes que todo era falso, que nada más lejos de la realidad, que él no había hecho nada malo. Luego, cuando Cibertec, instituto superior donde daba clases y el grupo Lima Vegan lo apartan de sus filas, emite un comunicado en el que dice que ya sabe quienes son algunas de las mujeres que lo denuncian.

Manifiesta también que se comunicará con cada una de ellas para exigir respuesta. Los días han pasado y Berdejo ha cumplido su amenaza, una de las denunciantes ha recibido una carta notarial en la que le dice que «haciendo un ejercicio de memoria» la ha reconocido y que no entiende que la motiva a mentir y a perjudicarlo.

Carta Notarial

En la carta Berdejo reconoce que por su trabajo siempre busca colaboradoras para hacer hamburguesas. Por los testimonios recogidos, sabemos que Berdejo siempre lleva a su departamento jóvenes para que trabajen con él y me pregunto: ¿si siempre procede honestamente, como asegura en su carta, cómo es que identifica a la denunciante? ¿También es clarividente?

En el mismo párrafo que explica las colaboraciones que requiere para elaborar sus hamburguesas veganas afirma que por ese trabajo la denunciante fue remunerada. Todas las mujeres que han hablado con teleoLeo.com dicen que eran «remuneradas» con hamburguesas.

Berdejo también se refiere a los abrazos que da, a los cuales llama «abrazos sostenedores» libres de morbo; sin embargo, más de una de las mujeres que ha brindado su testimonio a teleoLeo.com dice que Berdejo acostumbra a abrazar de una manera que las incómoda.

Sin embargo, sus abrazos son incómodos hasta para quienes se consideran sus amigas. «Te cuento fui amiga de Gerardo un buen tiempo. Él era cariñoso conmigo pero no llegó a forzarme, era amable y atento, me ayudó a convertirme en vegana, pero en una ocasión me hizo sentir incómoda, me abrazó fuerte y de manera más prolongada que en otras ocasiones, yo le dejé en claro que él tenía pareja y que yo lo veía como un amigo, me molestaban sus actitudes, pero nunca me forzó».

En otra parte de su carta el activista manifiesta que lleva más de una década luchando por el veganismo, reitera que todo lo dicho por la denunciante es mentira, pero teleoLeo.com al día de hoy lleva registrados 16 testimonios que evidencian un modus operandi que Berdejo utilizaría para abusar de las mujeres que se acercan a él para aprender de su activismo o para ayudarlo a hacer hamburguesas.

De las 16 mujeres de las que teleoLeo.com ha obtenido testimonio, a partir de entrevistas y de publicaciones de Facebook que ha corroborado: 2 de ellas acusan a Gerardo Berdejo de haberlas violado, mientras que las otras 14 lo acusan, algunas, de intento de violación; y, otras, de tocamientos indebidos. Sin embargo, el activista sigue negando todo y en un claro intento de amedrentar a las denunciantes, en la carta notarial que envía a unas de ellas la amenaza con una querella por difamación.

¿Cuántas mujeres denunciando por la misma causa a Gerardo Berdejo Cavagnaro hacen falta para que el activista se apee de las amenazas y la intimidación?¿Cuántas mujeres más pueden haber sido afectadas por su comportamiento? ¿Cuántas denuncias formales más hacen falta para que Gerardo Berdejo asuma que lo que hizo tiene nombre en el Código Penal?

Esperemos que ahora que ya hay 4 denuncias formales en contra de Gerardo Berdejo, las diligencias policiales sean realizadas adecuada y prestamente. Las mujeres no somos objetos ni sujetos sin voluntad, si un hombre quiere tener sexo lo debe de pedir y atenerse a que nosotras también lo deseemos. Lo demás es atentar contra la libertad sexual y eso es delito.

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